Yokohama (Japón)

El sistema de videoarbitraje fue por segundo día consecutivo protagonista en el Mundial de Japón. Y es que el nuevo método ensayado por la FIFA en el torneo fue de lo más comentado del encuentro disputado ayer entre el Madrid y el América, en el que el segundo gol del equipo español, marcado por Cristiano Ronaldo, se validó empleando el vídeo después de unos instantes de confusión sobre el terreno de juego.

Sucedió cuando el partido agonizaba. El colombiano James Rodríguez filtró en profundidad un pase a Cristiano Ronaldo, que aceleró al borde del fuera de juego y marcó con un disparo cruzado que superó a Muñoz.

Al no escuchar el silbato del árbitro ni observar que el juez de línea levantara el banderín, el portugués celebró al instante el tanto con su característico salto giratorio. Todo normal, hasta que el árbitro, el paraguayo Enrique Cáceres, advertía a los jugadores que se estaba revisando la jugada (por supuesto fuera de juego) mientras pedía al portero del América que sacara de puerta. A los pocos segundos el gol se ratificaba por bueno, el árbitro paraba el juego, pedía el balón y ordenaba al América sacar de centro ante el despiste de los jugadores, de los banquillos, de los aficionados que estaban en el Estadio de Yokohama y de quienes veían el partido por televisión.

El polémico sistema ya sirvió el miércoles para conceder un penalti al Kashima Antlers con el que el equipo japonés abrió su victoria por 3-0 ante al Atlético Nacional colombiano para alcanzar la final del torneo. La secuencia de los hechos fue, sin embargo, más complicada que la del gol de Cristiano y planteó más dudas sobre el sistema. La pena máxima vino por el derribo de un defensor del Nacional sobre un atacante nipón tras el saque de una falta. El árbitro, en ese caso el húngaro Kassai, tuvo que esperar a que saliera el balón y pitó el penalti dos minutos después de que sucediera la acción y en los que el el equipo colombiano perfectamente podría haber marcado, generando un caos monumental.

Para añadir aún más dudas, la jugada mostró que el jugador objeto de falta se hallaba en fuera de juego posicional, dejando claro que aún con decisiones apoyadas por las cámaras, en el fútbol siguen sujetas a múltiples interpretaciones.

La FiFA sólo admite este sistema para analizar cuatro casos: si un gol es legal, posibles penaltis, si se debe expulsar o no a un jugador o si se está amonestando al futbolista equivocado.