-¿El aforo de Pumarín se les ha quedado pequeño?
-Está empezando a ser un problema. Tenemos un aforo oficial de 1.400 espectadores, por normativa hay 300 localidades de las que el club no puede disponer por diversas circunstancias (hay que dar entradas al equipo rival, dejar para la taquilla, para la Federación Española, invitaciones, comité de árbitros), lo cual hace que tengamos 1.100 entradas para cada partido y tenemos 1.036 socios. Tenemos una capacidad de crecimiento de socios de 64 localidades y todos los abonos más caros están vendidos. A partir de ahí, al club se le plantea una disyuntiva en la que hay que plantearse y reflexionar las alternativas que tenemos, siempre teniendo en cuenta que la última palabra la tiene el Ayuntamiento de Oviedo, que siempre ha sido y continúa siendo un apoyo fundamental para el club.
-¿Alguna idea para el Ayuntamiento?
-Miles. A mí me gustaría tener un Pumarín aún más ampliado. Nosotros consideramos que otro deporte es posible y queremos mantener lo que hemos conseguido: un deporte cercano, en el que los niños puedan estar con los jugadores. Lo que tenemos claro es que no podemos perder la esencia de Pumarín aunque tuviéramos que irnos a otro sitio.
-¿Se ha hablado ya de esa posibilidad con ellos?
-Hemos tenido conversaciones muy informales.
