En tiempos convulsos como los que vive el Sporting hay que aplicar la máxima ignaciana de no hacer mudanza, que es la máxima que está aplicando, por lo que se cuenta, el alto mando rojiblanco. En estos tiempos hay que recurrir a los clásicos, y uno de ellos es el inolvidable Luis Aragonés, que dijo aquello de "ganar, ganar, ganar y volver a ganar". Si Luis viviera diría de este Sporting que lo suyo es perder, perder, perder y volver a perder. Perdió en Éibar y dijo adiós a la Copa del Rey. Y perdió como no se debe: un gol al segundo cuarenta de partido, otro en el minuto final del primer tiempo y el tercero en el segundo cuarenta del segundo tiempo. Un postrero gol del debutante Rubén Sánchez, toledano de Sonseca, de 22 años, en buen cabezazo, fue la única nota positiva de otra noche negra del grupo, que no equipo, de Abelardo.

Se sabía desde el partido de ida que la remontada era una misión imposible, incluso para Tom Cruise, y más para este grupito de jugadores conformistas, blandos y desorganizados. Pero que antes del minuto de juego la remontada imposible sea un hecho porque el rival marca gol es algo que habrá que considerar inadmisible para gentes que se dicen profesionales. La defensa es un enorme coladero que permite que los balones del contrario se paseen por el área sin que haya una pierna que los despeje. Los goles llegan de error tras error, tras llegadas cómodas de los contrarios. En el ataque no aparece nadie, aunque Burgui se deje ver por el colorido del cabello.

Tremendo Sporting el de Éibar, que no recibió una goleada parecida a la del Formentera en Sevilla porque los de Mendilibar, reservas casi todos, guardaron fuerzas para los turrones y dejaron de apretar. El Sporting del tramo final, cuando ya no había nada que hacer, apareció algo más. Gracias a varias llegadas de Víctor Rodríguez, con gol fallado por Babin, incapaz de dirigir el balón a la portería local desde la raya del área pequeña. Tuvo que ser Rubén Sánchez el que marcara el gol del imposible honor. Cinco a dos, balance de otra eliminatoria para olvidar que recuerda que el Eibar es el próximo visitante liguero al Anfield del Piles. Tiemble después de haber sufrido porque cada partido que pasa el Sporting muestra su peor cara.

El momento de relax de otra noche triste lo protagonizó un lector de El Natahoyo que llamó al periódico para preguntar cómo había terminado el partido porque él había decidido cambiar de canal a la mitad del primer tiempo. "Entre aquel dolor y la película 'El honor del capitán Lex', he preferido ésta", confesó. El filme, un clásico del Oeste americano, está protagonizado por Gary Cooper. El lector, rojiblanco confeso, ha sabido escapar de la casa de los horrores porque está harto de decepciones.

Ahora sólo queda el consuelo navideño y la confianza de que en el año que viene el rumbo rojiblanco cambie de manera radical. Buenos días para mantener las buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: ¿Tiene Esuperio algún plan para sacar al Sporting es esta catástrofe? Próxima parada, Capuchinos.