"Hemos visto que ninguno de los equipo de arriba ha podido ganarnos, quitando al Covadonga. Es cierto que empatamos en casa ante el Langreo, pero creo que fuimos muy superiores, y con el Sporting B, aunque tuvimos más ocasiones que ellos", sentenció estos días el entrenador del Marino de Luanco, Adolfo Pulgar. Y es que después de un inicio irregular, el Marino ha sabido ir de menos a más en la primera vuelta de la competición para encaramarse a la cuarta posición de la tabla y eso ha sido en gran parte gracias a los resultados ante los rivales directos por el ascenso. "Es importante ver que a nuestros rivales les cuesta sacarnos algún punto, forma parte de esa confianza que tienen que ganar los jugadores", añadió el entrenador.

No es el equipo que quedaría mejor colocado en una liguilla entre los ochos clasificados, ese mérito lo tiene el Langreo con 17 puntos, pero pese a que la primera vuelta marinista tuvo claros y oscuros, ha conseguido doce puntos de esos encuentros y solo ha cedido uno ante el Covadonga.

El Tuilla, ahora quinto, y el Langreo, segundo, pillaron al Marino de Luanco en el peor momento de la temporada, en las jornadas 2 y 3 de la competición, cuando el equipo que dirige Adolfo Pulgar, muy renovado esta temporada, todavía estaba en periodo de adaptación. Eso llevó a que el Marino no lograra marcar en los tres primeros partidos, pero aun así supo sacarle un empate al Tuilla en El Candín y al Langreo en Miramar. Fue entonces, en la cuarta jornada, cuando llegaron los primeros goles y la primera victoria del conjunto luanquín, y fue en el campo del Ceares (1-3), que si bien está un poco descolgado, ocupa ahora la octava posición y tiene a tiro de piedra volver a meterse en la lucha.

El Marino también pudo con el actual líder de la clasificación, el Real Avilés en Miramar, en un apretado 1-0, el mismo resultado que consiguió dos semanas después ante el Oviedo B, ahora séptimo a cinco puntos de los marinistas. Estos dos encuentros fueron en plena cabalgada para entrar en la lucha por el play-off, momentos en los que cualquier fallo, como la derrota ante el Colunga, o ante el Covadonga, el sexto clasificado y el único de la parte media alta de la tabla que ha conseguido arrebatarle los tres puntos a los luanquinos, ganando por 1-2.

El último partido ante un rival directo fue el que le enfrentó hace tres jornadas al Sporting B, dentro de la racha de cinco partidos sin perder con la que terminó la vuelta. El equipo se adelantó en casa ante los rojiblancos, con un tanto en el minuto 7, pero el Sporting B respondió en la segunda parte. "Todos vamos a fallar en algún momento, pero habrá que ver quién falla menos en la segunda vuelta", añadió el técnico, que no quiere que el equipo se baje de los puestos de privilegio.