Víctor Pérez (Sevilla, 1982), capitán del Unión Financiera, cumple su quinta temporada en club ovetense. Llegó con el equipo en LEB Plata y ahora es líder de la LEB Oro. Pasado mañana se juegan ante el Barcelona B (Pumarín, 18 horas) cerrar la primera vuelta al frente de la tabla y disputar como locales la final de la Copa Princesa.
-¿Cómo está el equipo?
-Tras el partido ante el Araberri, eufórico. Nadie se imaginaba estar líderes a estas alturas. En pretemporada ya teníamos buen 'feeling'. En dos semanas cogimos cosas que yo por mi experiencia sé que se tarda tiempo. Y ahora somos líderes a finales de diciembre. Parece un sueño.
-¿Qué están haciendo bien?
-Todo es trabajo y creer en lo que estamos haciendo. Eso se refleja en la pista. No sólo estamos compitiendo, además estamos ganando. Es verdad que todos los partidos son difíciles y que casi ninguno lo hemos ganado sobrados. Ser fieles al trabajo nos está dando resultados.
-Ha habido lesiones, Windler se fue de un día para otro. ¿Es que nada les hace daño?
-La clave es que en este equipo no hay nadie que sea imprescindible. Nadie destaca excesivamente por encima de los demás en anotación o en rebotes. Lo de Windler fue un palo para todos, se fue sin despedirse, pero este equipo se sobrepone a todo. El equipo, la base del equipo, sigue. Funcionamos como un conjunto y esa es nuestra gran arma.
-¿Es el mejor Oviedo en el que ha jugado?
-Es el más versátil. Hay varios jugadores que pueden jugar en varias posiciones. Además, todos buscan más el beneficio del equipo que el propio. Esa cohesión es difícil de explicar y también es algo muy bonito.
-Es llamativo eso en un equipo joven, con gente que quiere demostrar cosas.
-El que tengan "hambre" les hace salir a luchar por cada balón, a ser útiles e importantes para el equipo. Es verdad que Palencia o Breogán nos pusieron en apuros y ahí se vieron nuestros puntos débiles. Pero eso lo suplimos con carácter; sabiendo que hay cosas que mejorar como la concentración en ciertos momentos.
-¿Qué compañero le ha sorprendido especialmente?
-Sabía que Dani Pérez era un base espectacular y cuando lo trajeron me dije: '¿cómo hemos podido amarrar a este?' Es el motor del equipo, un lujo. Pero no me podría quedar con uno solo.
-El equipo se ha volcado con Fabio Santana tras su lesión...
-Fabio es puro talento,, nos da perlas tácticas y técnicas en cada entrenamiento. Tanto que le llamamos el Andrés Iniesta del equipo. La lesión le vino en el peor momento. Se asustó, pero ya se ha mentalizado. Es inteligente y va a luchar y a pelear.
-Usted también ha tenido una lesión grave.
-Ha sido un proceso bastante largo. Fue una lesión atípica. Un coágulo de sangre que podía haber sido bastante peor. Fueron muchas horas de recuperación, casi dos meses. Aún me queda por mejorar físicamente pero el paso grande ya está dado, ahora quedan pasitos pequeños.
-¿Cómo ven en el partido del viernes ante el Barcelona B?
-La euforia es mala consejera. No sería el primer caso en el que el líder pierde con el último. Tenemos que hacer nuestro juego, imprimir nuestro estilo. La experiencia es un grado y a mí me dice que hay que tener los pies en el suelo. Nos dejaría un mal sabor de boca no dar un pasito más para jugar la Copa en Pumarín. Sería algo histórico.
-¿Sueña con ese momento?
-Sí. El otro día le estaba dando vueltas pensando en las cinco temporadas que llevo en Oviedo y me acordaba de un partido de pretemporada en el que vinieron menos de 200 personas, había pocos patrocinadores? Ahora nos paran por la calle, se habla del Oviedo Baloncesto, hay relación con otros clubes de la ciudad, con el Real Oviedo. Todo ha crecido de forma increíble y yo estoy disfrutando mucho de eso. Llegar a jugar la Copa Princesa en casa sería algo fantástico para el club, para Oviedo y para Asturias.
