Cada fin de semana se calza sus zapatillas para salir a competir con el Gijón Basket, club en el que milita y en el que es cofundador junto a Álex González. Su experiencia en la pista es un grado y ahora revive la emoción de jugar en el Palacio de Deportes, donde ya participó defendiendo la elástica del desaparecido Gijón Baloncesto. Daniel González (Gijón, 1984) confía en que el baloncesto vuelva a resurgir en la ciudad con el nuevo proyecto.

-¿Qué balance hace de lo que va de Liga EBA?

-A nivel de club el balance es muy positivo y se sigue creciendo. En lo deportivo, evidentemente, las cosas no están saliendo todo lo bien que nos gustaría.

-¿Qué les ha faltado para sumar más victorias?

-Es difícil identificar una sola razón. Es una mezcla de bastantes factores, pero lo bueno y que nos hace seguir creyendo es que la calidad del grupo es muy buena y todos creemos en sacar esto.

-¿El último triunfo puede ser un cambio para el equipo?

-Creo que sí. Nos marcamos un objetivo claro, nos liberamos y jugamos con confianza. Son sensaciones que seguro que nos ayudarán en los próximos partidos.

-Se palpa que Gijón respira ilusión por el baloncesto.

-En el derbi regional había más de mil personas. No nos hacía falta ver el Palacio con tanta gente para percibir esa ilusión. Una de las claves para que esto siga creciendo, es que todos teníamos claro que Gijón demandaba baloncesto. Todos lo echábamos de menos, sólo había que coger el testigo y ponerse manos a la obra.

-¿Qué grado de importancia tiene lograr la permanencia?

-La permanencia es clave. En primer lugar por la afición, para que siga creyendo, y también para que el club siga creciendo.

-¿Cree que se pueden alcanzar las cotas (ACB, LEB Oro...) que logró el Gijón Baloncesto?

-En este aspecto se llame de una forma u otro, considero que sigo jugando en el equipo que representa a la ciudad, que juega en el Palacio y, personalmente, es un orgullo tremendo. Es posible que haciendo las cosas bien se llegue a cotas altas o que si se hacen mal y se cometen errores, en dos años no exista nada. Es vital el trabajo y que se tomen decisiones sensatas.

-¿Jugadores, técnicos y directivos aúnan sus conocimientos para formar realizar un proyecto sólido?

-La gente que forma parte de esto está sumando y apoyando desde su faceta. Se puede comparar al funcionamiento de un equipo en la cancha, en el que todos son importantes con su rol. A nivel de club pasa lo mismo.

-¿Sueña con ver algún día el Palacio lleno disfrutando del baloncesto?

-Hace tres años me parecía una utopía volver a jugar en El Palacio ante 1.000 personas. Era imposible. Cuando desapareció el Gijón Baloncesto se me quedó una espina clavada y como aficionado tenía ilusión en que algún día el baloncesto en la ciudad volvería a despertar, pero no pensé que fuese conmigo en la cancha. A nivel de club, estamos también muy satisfechos, agradecidos por el apoyo y con ganas de crecer para que el proyecto vaya a más.