Dani Pevida dio el susto el pasado domingo en el Marqués de la Vega de Anzo de Grado al recibir un potente balonazo en la espalda de su compañero Borja Argüelles, pero todo se quedó en una contusión intercostal. La jugada se produjo sobre los veinte minutos de partido, cuando el Marino jugaba en ataque. Borja lanzó un potente disparo a bocajarro que se estrelló en la zona de las costillas de Dani Pevida, que sintió de inmediato un intenso dolor. "Me cogió mal porque estaba de espaldas y no lo esperaba, por eso fue tan doloroso pero por suerte sólo fue el golpe", explicó.

El jugador intentó seguir pero fue imposible por el dolor y tuvo que salir del campo y ser sustituido por Omar. Poco después fue trasladado el HUCA y las pruebas mostraron que las costillas no sufrieron ninguna lesión. El dolor se agudizó transcurridas las primeras horas y el futbolista estaba ayer "machacado" después de pasar una mala noche. "No encontraba postura porque estaba incómodo en cualquier posición, pero afortunadamente ya estoy un poco mejor", señaló en la tarde de ayer a este diario.

Los médicos estiman que Pevida tendrá que estar unos diez días a reposo por el dolor. "Lo mío fue mala suerte y es una pena que el equipo no haya podido ganar, pero queda mucha Liga y tenemos tiempo para meternos arriba", comentó.

El Marino recibe el próximo domingo (12.00 horas) en Miramar el Tuilla, el equipo que le desbancó esta semana del cuarto puesto y de posiciones de play off a L´Entregu (1-0) en el Candín en el duelo comarcal.

Jornada de descanso. El conjunto luanquín entrenó ayer en Balbín con las únicas bajas de Dani Pevida y del centrocampista Pablo Hernández, que pasará hoy por el quirófano para reducir una luxación que sufre en la clavícula izquierda desde la pasada temporada que le impide jugar con normalidad. El resto del equipo está a disposición de Adolfo Pulgar.