El contundente triunfo frente al Tuilla (3-0) tapó el tropiezo ante el Mosconia (0-0) y devolvió al Marino al play off. La victoria era vital porque el conjunto langreano es un rival directo en la pelea por meterse entre los cuatro primeros y ahora queda a dos puntos más el gol average pero el técnico luanquín, Adolfo Pulgar, no quiere ni una confianza porque, recuerda, "queda mucha Liga y todo por decidir".

El ánimo en el vestuario es muy bueno y el técnico resalta sobre todo el orden que mostró el equipo con el Tuilla. "Quizás no fue un partido brillante para mucha gente, pero jugamos como queríamos. Ellos sólo estuvieron mejor un cuarto de hora de la segunda parte que nos sorprendieron con sus cambios tácticos, pero nos rehicimos con nuestros cambios y logramos salir a la contra para sentenciar".

La victoria rearma de moral a los luanquinos para visitar el próximo domingo (12.00 horas) al Langreo, un partido complicado contra el segundo clasificado. "Quedan muchos puntos por disputar, pero sacar algo positivo en Ganzábal sería dar un buen paso", dice Pulgar. "Será difícil porque el Langreo no perdió ningún partido en casa, pero tenemos armas importantes para poder hacer daño", añade.

La fuerza del conjunto luanquín, en opinión de su entrenador, es sobre todo "que tenemos ideas claras y sabemos a lo que jugamos", además de afrontar los partidos "con concentración y personalidad porque tenemos confianza individual, en el grupo y en el entrenador".

La segunda vuelta de la Liga se presenta apasionante tanto por arriba como por abajo y Pulgar defiende que la clave va a ser el estado anímico de los equipos. "Todo el mundo trabaja bien física y tácticamente y ahora el estado anímico, la cabeza, es lo que más va a decidir de modo que el más fuerte mentalmente será el que logre los objetivos".

Avilés (52 puntos), Langreo (51) y Sporting B (46) marcan la pauta al frente de la tabla, pero Pulgar insiste en que todo puede pasar hasta mayo. "Ellos cogieron una cierta ventaja en la primera vuelta (el Marino tiene 42), pero creo que todos los equipos tenemos rachas no tan buenas y tendremos que aprovecharnos cuando les llegue el turno".

Vuelta al trabajo en Candás. El conjunto luanquín vuelve esta mañana (10.30 horas) al anexo a La Mata. La gran novedad puede ser la presencia de Dani Pevida, que sufrió una contusión intercostal en el partido contra el Mosconia. Pablo Hernández evoluciona bien tras ser operado de una luxación en la clavícula izquierda.