Mando español, golpe de efecto en Melbourne Park, donde tres de los cuatro españoles que participaban en la cuarta jornada, Roberto Bautista, David Ferrer y Pablo Carreño, todos ellos cabezas de serie, y a la espera de Rafael Nadal, aseguraron la tercera ronda, con una plaza de octavos reservada ya por el duelo entre Ferrer y Bautista.

El primero que lo logró fue Pablo Carreño, 30 favorito, que sumó una nueva victoria en este grande y alcanzó la tercera ronda de un Grand Slam por tercera vez en su carrera (Abierto de EE.UU, en 2014 y 2016), al derrotar al británico Kyle Edmund, por 6-2, 6-4 y 6-2, en un convincente partido, demostración de su crecimiento como jugador, tras ganar el pasado año sus dos primeros títulos en Wiston-Salem y Moscú.

Carreño está respondiendo a la responsabilidad que conlleva ser cabeza de serie un grande. Ha dejado de ser un novato este año en ese aspecto en el primer 'major' del curso, y ha aceptado su nueva condición, a la vez que se muestra mucho más seguro y calmado.

Lo mejor del español fue su servicio, inabordable, a pesar de que Edmund dispuso de seis oportunidades para romperle. Pablo, por su parte, se lo robó en cinco ocasiones, para mandar en el marcador con comodidad, gracias también a que solo cometió 17 errores no forzados por 38 de su oponente.

Luego fue Roberto Bautista, 13 favorito, quien sumó su segunda victoria y sin ceder un set, al vencer al luchador japonés Yoshihito Nishioka, 99 del mundo, por 6-2, 6-3 y 6-3 en dos horas y nueve minutos.

El español, ganador del torneo de Chennai (India) hace unas semanas, se mantiene firme en Melbourne e imbatido en lo que va de año. No ha cedido un solo parcial en el estado de Victoria y solo ha concedido 14 juegos, cinco en su primer compromiso contra el argentino Guido Pella, y ocho ante Nishioka.

La plaza española en octavos está asegurada, porque David Ferrer, 21 cabeza de serie, aunque se dejó un set en el camino ante el estadounidense Ernesto Escobedo, le superó por 2-6, 6-4, 6-4 y 6-2, en dos horas y 46 minutos, para medirse con Bautista este sábado.

El duelo fratricida reunirá a dos grandes amigos que además de respetarse se elogiaron mutuamente. "David ha sido mi ejemplo a seguir en el que me he fijado mucho, con el que he compartido muchos entrenamientos, muchos momentos dentro y fuera de la pista, pero prefiero que gane y que no juegue contra mi", dijo Bautista.

"He tratado de sacar todo lo positivo de David y aprender mucho de él. Es verdad que nuestro juego puede ser que se asemeje bastante", añadió Bautista. "Hace mucho tiempo que no jugamos, creo que desde el US Open de 2013, y será un partido duro como todos los de aquí. Seguro que habrá muchos peloteos, muchos intercambios, duro".

Los dos españoles se han enfrentado en dos ocasiones, hace cuatro años, Abierto de EE.UU. y Wimbledon, con victoria siempre de Ferrer.

"Es una versión actualizada", dijo Ferrer sobre el parecido de ambos. "Impone ritmo, es un jugador muy inteligente, es muy buen jugador, muy competitivo y con una gran proyección cada año".

"Ha cambiado y cuando le gané en 2013, yo estaba en el mejor momento de mi carrera tenística. Ahora yo tengo cuatro años más. El cuatro años más de experiencia, es más joven y tiene mucha proyección. Creo que el sábado se igualará todo aún más", pronosticó Ferrer sobre el duelo fratricida por un puesto en los octavos de final.