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El Madrid, en la cuesta de enero

En sólo cuatro días los de Zidane han perdido tantos partidos, dos, como en todo el año pasado

Cristiano Ronaldo lamenta una acción en el partido frente al Celta. REUTERS

De repente el Real Madrid se mira en el espejo y no se reconoce. En sólo cuatro días de este mes de enero, del sábado ante el Sevilla en Liga al miércoles frente al Celta en la Copa, ha perdido tantos partidos, dos, como en todo el 2016; año en el que el equipo de Zinedine Zidane había ganado una justa fama de inquebrantable, consiguiendo tres títulos e hilvanando una racha de 40 partidos sin perder desconocida hasta ahora en la historia del fútbol español.

Siempre es más fácil explicar las claves positivas de un equipo que las negativas. Posiblemente el Madrid perdió en Sevilla simplemente porque tuvieron mala suerte (jugaron 84 minutos primorosos) y recibieron un gol en los instantes finales cuando habían sido ellos quienes se habían acostumbrado a marcar con el reloj a cero para salvar más de un encuentro y prolongar la racha. Así pasó en el Camp Nou ante el Barça y en el Bernabeu frente al Deportivo, en ambos casos con Sergio Ramos de protagonista positivo, no negativo como en el Pizjuán.

Lo que es evidente es que aquella derrota ante el Sevilla en Liga pasó factura al Madrid en la Copa ante un Celta atrevido y ante los que Zidane se encontraron si capacidad de reaccionar; sin recursos. Si hasta hace una semana transmitía el equipo blanco una sensación de capacidad irreductible para encontrar soluciones a base de tesón, ahora se mira y se encuentra grietas, dudas. Vuelve a hablarse de Bale cuando del galés nadie se acordaba mientras se acumulaban partidos sin perder, y cada día plantea más dudas de presente y de futuro un Cristiano Ronaldo lento, sin chispa alguna, cuyo papel es todo un enigma en este equipo. Llevaba dos años sin jugar la Copa y regresó para hacerlo como ariete -Morata y Benzema estaban en el banquillo- y apenas entró en contacto con el balón.

El fútbol, el deporte en general, es muchas veces fruto de sensaciones, de un estado anímico. Y el Madrid ha entrado en una dinámica negativa. Ya no se hablan de 40 partidos seguidos sin perder sino de tres sin ganar, los dos últimos con derrotas. De un equipo que sigue sin encontrar acomodo a dos "jugones" como Isco o James y al que en plena cuesta de enero se le acumulan las dudas, los problemas. Se añora la velocidad de Bale, la contundencia de Pepe, y la lesión muscular de Carvajal, que podría perderse hasta el primer partido de octavos de la Liga de Campeones ante el Nápoles, abre un nuevo boquete en el ánimo de la grada. Y es que sólo nombrar a Danilo provoca escalofríos entre la afición blanca.

Cuando una racha se rompe el bajón es inevitable. La cuestión está en saber si Zidane puede recuperar el espíritu del bloque invencible del 2016... y hacer que Ronaldo vuelva al césped. Próximo examen, mañana mismo en el Bernabeu ante el Málaga.

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