La selección española de balonmano logró la clasificación para los cuartos de final del Mundial de Francia, tras imponerse este sábado por un agónico 27-28 a Brasil, en un encuentro que los Hispanos tan sólo pudieron decantar a su favor en lo segundos finales, gracias a una exclusión del equipo brasileño.

Superioridad numérica que España no desaprovechó para lograr un renta de dos goles (26-28), la máxima de la que gozaron los de Jordi Ribera, a menos de un minuto para la conclusión, que condenó a Brasil a quedarse, una vez más, a las puertas de los cuartos de final, como ya le ocurrió en los dos últimos Mundiales.

Un duro castigo para los sudamericanos, que se encargaron de personificar el extremo Valero Rivera y. sobre todo, el lateral Alex Dujshebaev, que anotó cuatro de sus cinco tantos en el segundo tiempo, el ultimo de ellos a poco menos de cincuenta segundos para el final del encuentro.

Lanzamiento que desató la locura del equipo español, que se medirá el próximo martes en cuartos de final con el vencedor de duelo entre Croacia y Egipto, tras sufrir lo indecible ante un equipo brasileño, que durante muchos minutos superó a los "Hispanos".

Pese a las constantes advertencias del preparador español en la necesidad de controlar los potentes lanzamientos de Haniel Langaro, el conjunto español sufrió lo indecible para poder frenar al "cañonero" del Naturhouse La Rioja, que firmó dos de los primeros tres tantos del conjunto brasileño.

Un problema que se agravó con la presencia en el flanco derecho de la defensa española de Alec Dujshebaev, un jugador que tanto en su club como en la selección no acostumbra a defender, dada su menor envergadura.

Circunstancia que no tardó en costar la exclusión al lateral español, que tuvo que recurrir a los agarrones para intentar frenar a un jugador que le supera y por mucho tanto en kilos como en centímetros.

Un ejemplo de las muchos dificultades defensivos del conjunto español, que hoy no se mostró en ningún momento de la primera parte como el pétreo equipo que ahogó por completo, apenas dos días antes, el ataque de la selección eslovena.

Aunque el mayor problema de España no estuvo hoy en defensa, sino en ataque, donde los de Jordi Ribera, atenazador por el buen arranque de partido de portero brasileño César Almeida, que atajó cinco balones en los primeros diez minutos, falló lanzamientos como nunca lo había hecho antes.

Fallos y más fallos que permitieron a Brasil lograr una más que inquietante ventaja de tres goles en el marcador (18-11) a los dieciocho minutos de juego, que obligó a solicitar con urgencia un tiempo muerto al banquillo español.

Un respiro que pareció ajustar definitivamente el punto de mira de los internacionales españoles, aunque no así la defensa de los "Hispanos", lo que convirtió los siguientes minutos en un intercambio constante de goles entre ambos equipos.

Sucesión constante de goles de la que, curiosamente, salió beneficiado el equipo español, que logró igualar la contienda (16-16) a menos de tres minutos para llegar para llegar a los vestuarios.

Pero España estaba destinada a sufrir y una nueva exclusión, la cuarta con la que fue castigado el equipo español en la primera mitad, dejó en nada la reacción de los de Jordi Ribera, obligados a remontar en el segundo tiempo los dos goles de desventaja (18-16) con los que se marcharon al descanso.

Diferencia que la selección español logró enjugar (20-20) gracias la irrupción del guardameta Rodrigo Corrales, que firmó cuatro paradas en los nueve primeros minutos de la reanudación, las mismas que logró contabilizar Gonzalo Pérez de Vargas en todo el primer tiempo.

Paradas que parecieron ajustar definitivamente es sistema defensivo del conjunto español, que comenzó no sólo a frenar los lanzamientos de Langaro, sino también las conexiones con el pivote Alexandro Pozzer, que había sido un martirio para los de Jordi Ribera en la primera parte.

Una mejoría defensiva que permitió a España entrar con ventaja (24-25) en los diez de partido, que podría haber sido incluso mayor por el buen hacer del portero Maik Santos, que con dos paradas a lanzamientos de penalti de Valero Rivera y Víctor Tomás propició que el duelo entrara con empate (26-26) en los últimos tres minutos.

Tiempo que quedó condicionado por la exclusión del brasileño Guilherme Toledo y que permitió encontrar a España, por fin, el camino para superar el competitivo equipo brasileño.

FICHA TÉCNICA

27 - Brasil: Almeida (1); Chiuffa (5, 3p), Toledo (3), Silva (7), Langaro (5), Novais (2) y Pozzer (4) -equipo inicial- Santos (ps), Teixeira (-), Torriani (-), Candido (-),Guimaraes (-), Ceretta (-), Moraes (-), Ponciano (-) y Dutra (-)

28 - España: Pérez de Vargas; Balaguer (4), Dujshebaev (5), Gedeón Guardiola (-), Morros (-), Cañellas (5) y Ángel Fernández (3) -equipo inicial- Corrales (ps), Gurbindo (-), Rivera (4, 2p), Víctor Tomás (-), Entrerríos (1), Sarmiento (2), Aginagalde (4), Goñi (-) y Figueras (-)

Marcador cada cinco minutos: 3-3, 6-5, 8-7, 11-9, 14-13 y 18-16 (Descanso) 19-16, 20-20, 23-23, 24-25, 26-26 y 27-28 (Final)

Árbitros: Bruner y Salah (SUI). Excluyeron por dos minutos a Ponciano (2), Langaro (2) y Toledo por Brasil; y a Dujshebaev, Cañellas, Goñi y Balaguer por España.

Incidencias: Encuentro de octavos de final del Mundial de Francia 2017 disputado en L'Arena de Montpellier ante unos 11.000 espectadores.