El Avilés afronta el partido de mañana contra el Praviano (16.15 horas) en Santa Catalina con la baja de Nacho Méndez, la enésima entre los medio centros esta temporada. El ovetense tiene una fractura en la falange proximal del dedo pequeño del pie derecho tras recibir un pisotón en Pola de Lena y estará más de un mes sin jugar. Una mala noticia para el equipo y para el técnico, Pablo Lago. " Es mala baja para nosotros porque estaba en buen momento y jugando en una posición en la que estamos escasos, así que hay que confiar en la plantilla porque no somos muchos pero todos los que están son muy competitivos y habrá oportunidad para otro", señaló.

El Praviano afronta el choque en su mejor momento de la temporada, tras ganar al Lugones (2-0) y el Siero (0-1) y marcar un colchón de nueve puntos con el descenso directo. Un equipo al que Lago respeta porque, recuerda, "tiene jugadores muy competitivos con experiencia en la categoría que lo hacen muy bien y es difícil competir contra ellos, sobre todo en su campo. Es una salida complicada".

El estado de Santa Catalina, de hierba natural, es una de las preocupaciones avilesinas y Lago considera fundamental adaptarse desde el pitido inicial. La exigencia es máxima para el Avilés, que parte como favorito y necesita los tres puntos para mantenerse al frente de la tabla. "Este partido es uno mas a ganar y nos lo tomamos con mucha ilusión porque estamos en lo más alto de la tabla y siempre es mejor depender de uno mismo". Y añadió: "La idea es ganar, que es exactamente lo que vamos a tener que hacer hasta el final de la temporada".

Entre los blanquiazules hay optimismo, aunque con el pero de la escasez de efectivos. Y es que tras la marcha de Nacho Fernández, Michael Awaah y Andy, y las lesiones de Nacho Méndez y Dudi, la plantilla quedó reducida a 14 jugadores de campo. "De momento tenemos que seguir compitiendo con jugadores que han dado un altísimo nivel en la primera vuelta", dice Lago.

El técnico blanquiazul destaca que la llegada de Raúl Arias y Tonatiuh Cuevas la pasada semana ha sido una inyección de moral. "Nos han transmitido mucha tranquilidad y eso se nota en los entrenamientos. Se ve que la gente ha recuperado esa ilusión que nos faltó en momentos puntuales de la primera vuelta por circunstancias entendibles y afortunadamente pasadas". Y concluyó: "Ahora mismo somos un club normal e ilusionado con una segunda vuelta que tiene que ser muy buena para poder estar en buena disposición de conseguir objetivos".