De la mano de su delantero David Grande, autor de los tres goles, el Lealtad sacó ayer en Guijuelo un triunfo que certifica su excelente ritmo en la categoría. El equipo de Villaviciosa acumula nueve jornadas sin perder, una racha que le eleva hasta la séptima posición de la categoría con 33 puntos, nueve por encima de los puestos de promoción. Ayer, en un partido trabado y competido, con una parte para cada equipo, la diferencia fue David Grande, que firmó su mejor actuación del curso anotando un hat-trick en diez minutos que decantó un duelo con opciones para los dos.

En el primer acto del choque el Guijuelo tuvo más balón y más presencia en campo contrario, pero le faltó enlazar en el centro del campo, donde mostró las mismas lagunas que en otras ocasiones. El equipo chacinero quiso imprimir velocidad a su circulación de balón, pero los fallos en las entregas se lo impidieron y eso permitió al Lealtad mantener las tablas en el marcador.

Si hubo un equipo que buscó el gol, sin embargo, ese fue el Guijuelo, adelantando su línea defensiva más de lo que acostumbra a hacer y ejerciendo presión sobre la salida de balón de un Lealtad que, si bien capeó el temporal como pudo, tampoco acabó de encontrarse cómodo sobre el campo. A través de disparos lejanos el equipo maliayés trataba de sacudirse esa presión. Camporro, por ejemplo, probó fortuna cuando se rozaba el cuarto de hora de juego, pero su disparo se marchó por encima de la portería de Kike Royo. La respuesta del Guijuelo llegó por mediación de Carmona poco después, en un centro chut desde más de 25 metros que se envenenó y a punto estuvo de sorprender a Javi Porrón.

A partir de ahí y hasta el descanso, el encuentro ya se convirtió en un monólogo chacinero que no encontró premio de milagro en una bonita jugada trenzada por el equipo charro: Julián mandó el balón en profundidad hacia Dimas, éste ganó la línea de fondo y quiso habilitar a Pino con el pase de la muerte, pero Keko se anticipó y abortó la acción en una intervención que resultó providencial. Al filo del descanso fue Javi Porrón quien evitó males mayores para su equipo despejando un disparo raso y fuerte al primer palo del lateral Ángel.

El paso por vestuarios, sin embargo, sentó de maravilla al Lealtad, que resurgió de sus cenizas en la reanudación mutando a su mejor versión de la mano de un majestuoso David Grande, autor de un hat-trick en apenas diez minutos de juego. El punta destapó la caja de los truenos en el minuto 60 tras romperle la cintura a Ayala y apuntilló al Guijuelo redondeando su cuenta particular con dos goles más en un abrir y cerrar de ojos tras sendos defensivos de la zaga chacinera para dejar el 0-3 final.