"¿Perdone, me permitiría hacerme una foto con la Copa?". Ésa fue la pregunta que más escucharon los integrantes del Oviedo Baloncesto después de ser recibidos ayer en el Ayuntamiento de la ciudad en un acto que contó con la presencia de todos los grupos municipales, tanto los tres que forman el gobierno local -Somos, PSOE e IU- como los de la oposición, PP y Ciudadanos.

Y es que casi todo el mundo se ha enterado de que en Oviedo hay un equipo de baloncesto que se acaba de proclamar campeón de la Copa Princesa (un título que enfrenta al primer y al segundo clasificado de la LEB Oro tras la primera vuelta de la competición), siendo el primer club asturiano que lo consigue. Para celebrarlo, el alcalde de Oviedo, Wenceslao López; la vicealcaldesa, Ana Taboada; el concejal de Deportes, Fernando Villacampa, y la portavoz de IU, Cristina Pontón, entregaron a los jugadores y al cuerpo técnico la insignia de la ciudad. Al final, todos juntos brindaron deseando que lleguen más éxitos del conjunto ovetense.

A la recepción, que tuvo lugar en el salón de plenos, acudieron todos los jugadores de la plantilla que derrotó el viernes al Burgos, acompañados por el cuerpo técnico y varios de los directivos de la entidad. Hasta allí llevaron un trofeo que ha pasado por cientos de manos desde la fiesta que se vivió el viernes en Pumarín. "Esta Copa pasó por la manos de casi todos los aficionados que fueron a ver el partido, y ahora nos quedaba ofrecérsela a los más de 220.000 habitantes de Oviedo", dijo Fernando Villabella, presidente del Oviedo Baloncesto.

El alcalde de la ciudad incidió durante la recepción en que se está estudiando la posibilidad de ampliar Pumarín ante el escaso aforo del polideportivo, si bien reconoció que va a ser "problemático": "Hay dificultades urbanísticas y técnicas, pero tenemos que indagar y analizar qué se puede hacer", añadió Wenceslao López.

Aun así, el regidor apostó por estudiar las posibilidades de ampliar Pumarín antes de empezar a estudiar otras alternativas. Todo va a depender del futuro más inmediato del club. Si el Oviedo Baloncesto consigue esta misma temporada el ascenso deportivo a la ACB, además de conseguir el dinero necesario para cumplir con las exigencias de esta competición, la entidad necesitará un pabellón que, según las normas de la Asociación de Clubes, debería tener un aforo para al menos 5.000 espectadores.

A la plantilla se la vio ya más relajada y pensando en el próximo objetivo. Y es que pasado mañana tienen que librar una nueva batalla. Con la Copa ya en sus vitrinas, deben centrarse de nuevo en la Liga, en una LEB Oro de la que son líderes empatados a quince victorias con el Palencia y con el Guipúzcoa Basket. Precisamente el Palencia es su siguiente rival: el sábado, a las 18.30 horas, en Pumarín. Un partido para el que apenas quedan ya entradas y que tendrá una enorme importancia en la lucha por el primer puesto que está librando el conjunto ovetense.