Villaviciosa, Lucas BLANCO
Javier González es el preparador físico del Lealtad. A sus 28 años es Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y desde los 21 ha estado vinculado al deporte profesional. Se especializó en valoración personal y preparación física con una empresa inglesa con la que trabajó en prácticas en equipos de la Premier League como el Manchester United, el Chelsea y el Newcastle. En España trabajó con Atletico de Madrid, Osasuna y Albacete, aunque fue en el Valladolid donde le contrataron como colaborador tras contribuir al ascenso en la etapa de Djukic. Tras un periodo trabajando en el ámbito privado, este verano aterrizó en Villaviciosa para contribuir al objetivo de la permanencia.
-¿A qué achaca la buena marcha del equipo, con nueve partidos sin perder?
-En el plano físico tuvimos un periodo de aclimatación en el primer tramo de la temporada. Tuvimos que unir las ideas del entrenador y las mías, pues llegué justo para la primera jornada y no participé en la pretemporada. Después de este periodo, las ideas van a la par y el míster da mucha importancia a la preparación física en todas las tareas. A ello se suma a que tenemos la suerte de contar con unos jugadores comprometidos al máximo.
-¿Le sorprende la condición física de algún jugador?
-Físicamente cada jugador destaca en una faceta. Adrián Llano es un pulmón, Keko Roza es otro que sube y baja sin parar, pero dentro de la plantilla cortita que tenemos y los muchos minutos que disputan casi todos estamos muy contentos con su estado de forma y les pedimos que sepan parar, porque quieren entrenar y entrenar siempre.
-¿Cómo influyó el parón navideño?
-Paramos poco más que una semana. Llevábamos gran carga de trabajo acumulada y dimos unas pautas de trabajo regenerativo que cumplieron a rajatabla. Pedimos cuidar la alimentación y controlar el peso y lo cierto es que vinieron espectaculares.
-¿Influyó eso en los últimos resultados?
-Antes de volver a la competición, tuvimos una segunda semana de carga de trabajo en Amandi y el equipo llegó físicamente muy bien. Demuestran que son una plantilla competitiva y el trabajo metodológico y ordenado del míster se ve reflejado a la hora de jugar.
-¿En qué momento de la temporada esperan el mayor pico de forma?
-El trabajo no se planifica más allá de un mes vista. Tras el parón teníamos planificados los cinco primeros partidos. Luego semana a semana surgen cosas. Planificar en agosto lo que va a pasar en marzo es imposible y saber ahora como estaremos en abril también.
-¿Llegan fuertes los fichajes?
-Cris Montes es muy joven, rápido y está todavía en proceso de adaptación. Rubén Sánchez acaba de llegar y sólo trabajó un poco tras el largo viaje. Debemos conocernos un poco más todavía, pero se le ve fuerte, explosivo y, además, el entrenador lo conoce bien.
-¿Ve a Valdo plenamente recuperado?
-Está jugando cada vez más minutos. Necesitaba un estímulo competitivo para seguir mejorando y tras ir entrando todo indica que cuando el entrenador lo necesite lo va a tener ahí. Su larga baja se debió a un diagnóstico erróneo que retrasó la recuperación.
-¿Es el aspecto físico decisivo en una categoría tan igualada?
-En el caso del Lealtad no somos un equipo ni muy grande ni muy pequeño, pero competimos siempre al máximo. El gen competitivo es más importante que ser grandes y fuertes.
-Se formó durante años en Inglaterra trabajando con grandes figuras ¿quién le sorprendió más por su físico?
-El ecuatoriano Valencia, jugador del Manchester United, fue el más sorprendente, pues tiene unos muslos enormes. No obstante, lo que más impresionaba era la personalidad de jugadores como Giggs, Ferdinand, Rooney o el propio Alex Ferguson.
-¿Está cómodo en Asturias?
-Me encanta. Para un castellano como yo, vivir cerca del mar es un lujo. La gente de Villaviciosa es muy amable y si puede echarte una mano lo hace.
-¿A qué aspira un preparador?
-Este año, lograr el objetivo marcado de la permanencia. Que te dejen desarrollar tu trabajo y confíen al máximo en el mismo. Creo que tenemos un cuerpo técnico bastante unido y poco más se puede pedir.
