Madrid, I. DUFOUR

Dos goles de Fernando Torres dieron una victoria esencial al Atlético de Madrid frente al Leganés, en un choque en el que el cuadro de Diego Simeone evidenció una vez más estar lejos de su mejor versión cuando se encuentra en capilla de uno de los partidos claves de la temporada: el martes en el Camp Nou en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey.

El triunfo fue de Torres, el protagonista indiscutible de una tarde sin apenas sobresaltos para el Atlético, sólo algunos con el 2-0 ya en el marcador. Suyos fueron los dos tantos del encuentro, el segundo el gol 4.500 de la historia del club rojiblanco en Primera.

El Atlético resolvió el triunfo desde sus desmarques, su ambición y su definición. La mejor forma de derribar la muralla por el centro que había construido el Leganés. Suyas fueron las primeras ocasiones del propio Torres y Saúl Ñíguez, y la tercera terminó en penalti sobre Torres, atropellado en su recorte en el área por el griego Siovas. El penalti lo lanzó el francés Griezmann, por el medio, flojo, adivinado por el guardameta, pero su rechace lo aprovechó el "Niño". Su tercer tanto en la Liga, en la que no marcaba desde la cuarta jornada. Luego vendría el cuarto, el 2-0, para impulsar a su equipo hacia una victoria vital.