En un partido marcado por la intensa ventolera, el Lealtad se impuso al Mutilvera navarro y consiguió volar alto gracias a un gol de Robert en el tramo final. El duelo fue trabado y competido, nada vistoso para el espectador, con una mitad para cada equipo y escasas oportunidades de gol. Pero el grupo de Villaviciosa logró el premio porque acertó en una jugada final, un disparo cruzado y certero de Robert. Es lo que tienen las rachas, los equipos en estado de gracia, que le sirve poco para cantar bingo.

La racha del Lealtad ya asciende a diez partidos sin perder, una barbaridad, casi la mitad de los que se llevan jugados en toda la temporada ( 24). El equipo maliayés tiene 36 puntos y, con prudencia y cautela, puede permitirse el lujo de mirar hacia arriba.

Hubo muchos golpeos en largo y pocas combinaciones en un partido con gran influencia del viento. En la primera parte lo tuvo a favor el equipo visitante y por eso dominó. Exceptuando una falta botada por el Lealtad al borde del descanso (en la que los maliayéses llegaron a reclamar penalti por mano de un defensa) todas las llegadas en el primer acto fueron de los navarros, que inquietaron al principio con una jugada individual de Gorka que detuvo con acierto José Luis. El meta local debutó por la ausencia de Javi Porrón, lesionado durante el calentamiento previo al inicio del partido en Les Caleyes.

El Mutilvera llevó la iniciativa y al Lealtad le costaba salir en contra del viento. Las llegadas fueron contadas. Un disparo desde dentro del área de Etzieder que obligó a José Luis a estirarse y desviar el balón a córner. Y una falta lejana rematada por Gorka que fue desbaratada nuevamente por el portero local.

Así, con más voluntad del grupo visitante, se llegó al descanso. Pero, tras la reanudación, los locales jugaron a favor de viento y se adueñaron del partido. Los visitantes se acercaron nada más empezar con otro disparo de Gorka que se encontró nuevamente con José Luis. A partir de ahí, todo el peligro llevaría la firma asturiana. El Lealtad conquistó el centro del campo y, aunque no llegó con demasiada claridad, llevó el peso del partido y encimó a su rival.

La ocasión más clara fue un disparo de Álvaro Muñiz que se fue rozando el palo izquierdo de la portería visitante. Después, Mendi y Valdo lo intentaron con dos disparos que se fueron por encima de la portería. Mendi estuvo a punto en un remate tras una falta hasta que, en el minuto 83, Robert recibió de Mendi dentro del área y largó un disparo raso y cruzado que firmó la victoria en un duelo muy competido.