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Fútbol Segunda B

El equipo milagro

El Lealtad, con 50.000 euros menos esta temporada, está a dos puntos de la Ponferradina, que tiene tres millones de presupuesto

Los jugadores del Lealtad celebran un gol en Les Caleyes. JULIÁN RUS

Lo que está haciendo el Lealtad es digno de estudio por los catedráticos de Economía. El equipo de Villaviciosa está cuajando posiblemente la mejor temporada de la historia. Y todo ello a pesar de que la escasez de recursos obligó a la entidad a reducir el presupuesto de la plantilla en unos 50.000 euros respecto a la campaña anterior. Recorte que, sin embargo, no ha impedido que el equipo marche séptimo a sólo dos puntos de la Ponferradina, que este año cuenta con un presupuesto diez veces mayor.

Sobre las claves de este milagro deportivo, el presidente, Pedro Menéndez, achaca todo a la dedicación desinteresada de un grupo humano que lleva el peso de la gestión del club. "Es la filosofía de trabajo, trabajo y más trabajo", declara al mismo tiempo que admite que la racha de diez partidos sin perder ha dado tranquilidad. "Al principio la cosa se puso difícil, pero ahora parece que el esfuerzo da sus frutos", indica sin abandonar un discurso prudente. "Jugué al fútbol hasta hace poco y la experiencia me dice que hay que tener los pies en el suelo", comenta en referencia a su etapa como jugador, cuando a las órdenes de Marcelino García Toral sumaron en la primera vuelta 29 puntos y en la segunda sólo consiguieron ocho, viéndose abocados al descenso.

De todos modos, el club trata de disfrutar el momento. El equipo dirigido por Roberto Aguirre parece haber encontrado la clave para plantar cara a cualquiera de sus rivales. "Tenemos una base de asturianos muy buena y, aunque perdimos a cuatro jugadores que el año pasado metieron 32 goles, lo hemos suplido con muy buena defensa y jóvenes futbolistas con hambre", argumenta Menéndez, que además hace las veces de director deportivo y, si hace falta, todo tipo de servicios. "Si tengo que poner las lavadoras, las pongo y punto", asegura.

Todo un cúmulo de detalles que componen una filosofía que permite a un club con apenas 300.000 euros de presupuesto situarse a dos puntos de un recién descendido como la Ponferradina, cuyas cuentas superan los tres millones. Los ingresos se limitan a la aportación del Ayuntamiento de Villaviciosa, los 400 socios con los que cuenta la entidad, la cantera y los patrocinadores. Ni siquiera la buena marcha del equipo consigue compensar las limitaciones económicas. "En el último partido en casa recaudamos 80 euros correspondientes a cuatro entradas", destaca el dirigente.

Esta situación, aunque apunta que no quiere "hablar de penas", lleva al presidente a echar en falta una mayor aportación por parte de la administración regional. "A los gallegos les dan 150.000 euros al año, a los de La Rioja les pagan los desplazamientos y a nosotros no nos dan ni un euro", clama Menéndez, que se conformaría con que el Principado "valorase los resultados deportivos" y al menos les ayudase a mejorar instalaciones como los vestuarios del campo de Amandi, "que son tercemundistas".

Unas demandas que aunque ahora parecen utópicas tampoco pierden la esperanza de ver satisfechas. El motivo: que mucho menos creíble sería pensar que un equipo tan modesto podría estar a estas alturas tan cerca de garantizar su cuarta temporada en Segunda B y jugar partidos como el que el domingo le enfrenta al histórico Racing en Santander.

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