El encuentro del pasado domingo ante Osasuna B significó el retorno de Xavi Annunziata a la que fue su casa durante cinco temporadas, la ciudad deportiva de Tajonar. Allí llegó para su primera experiencia en el fútbol senior y fue en el cuadro rojillo donde logró debutar en categoría profesional. En 2012, el canario puso fin a su etapa en Osasuna y nunca había vuelto a su ciudad deportiva para enfrentarse a su exequipo. Con el Caudal le tocó reencontrarse con sus orígenes.

"Un montón de recuerdos me vinieron a la mente nada más llegar allí, aunque mucha gente no sigue en el club", destaca el caudalista. Para Annunziata, la primera imagen que le vino a la mente nada más bajarse del autobús del equipo mierense fue su primer contacto con Osasuna. "Recordé cuando llegué, que era un niño con maletas e ilusión", admite. Allí volvió a ver a alguno de sus antiguos entrenadores. "Me encantó ver a Miguel Merino -padre de Mikel Merino, futbolista del Borussia Dortmund-, ya que fue quien apostó por mí y quien me ayudó mucho en mi etapa en Tajonar", apunta Annunziata.

Además, la casualidad quiso que el canario marcase a su exequipo, al igual que ocurrió en la primera vuelta. "No lo celebré por respeto, ya que ellos me dieron todo en el mundo del fútbol", asegura.

El jugador caudalista admite que "el empate no nos deja mal sabor de boca, aunque en la primera mitad tuvimos ocasiones para sentenciar el partido". Para el canario, el conjunto mierense está "recuperando la esencia y manejamos mejor el balón y la posesión". Los caudalistas se enfrentan pasado mañana al Tudelano, en un choque que Annunziata califica "como una final, ya que si ganamos, lograremos tres puntos de autoridad".