El portero del Siero Oleg Nazarenko y el defensa Pablo Patón se reencontrarán el próximo sábado (17.45 horas) en El Bayu con el Marino, el equipo en el que figuraron ambos a las órdenes de José Luis Quirós, pero con el que ninguno llegó a debutar en competición oficial.

Oleg (22 años) llegó desde el Tineo en la temporada 2013-2014, una de las mejores de los luanquinos en Segunda B. Acababa de salir de juvenil y soñaba con debutar en Segunda B, aunque sabía de la dificultad porque tenía por delante de Rafa Ponzo y Dani Rivas. Y así fue, no llegó a jugar, pero guarda muy buenos recuerdos de su paso por Miramar. "Aprendí mucho porque era entrenar a otro nivel y casi viví la vida de un profesional con muy buenos compañeros", explica.

Esos buenos recuerdos hacen que enfrentarse al Marino siempre sea especial, sobre todo porque aún quedan compañeros como Boris, Guaya y Pablo Hernández. "Es inevitable que se me vengan a la mente muchas cosas de aquellos días", explica.

El portero de Noreña tiene pocas esperanzas de jugar, "porque trabajo y sólo puedo entrenar con el primer equipo uno o dos días y el resto con el filial. Estoy ahí asumiendo el papel que me toca y contento de ayudar al equipo en lo que puedo", explica.

El partido es importante por lo que se juegan los dos y Oleg lo ve como "casi" una final. "Nosotros tenemos que sumar en la pelea por la salvación y ellos para meterse en el play-off. Es un partido difícil, pero en Miramar perdimos de penalti y sabemos que podemos sumar ante cualquiera".

Pablo Patón (27 años), tuvo un pasó más fugaz por Luanco. Fue en la temporada 2008-2009, también en Segunda B, y llegaba del Atlético de Madrid juvenil. Tenía 19 años e hizo la pretemporada a las órdenes de Quirós. Jugó los partidos de pretemporada y acudió a la concentración de Panes, pero no pudo firmar al no tener el club fichas libres y en septiembre se fue cedido al Condal.

El equipo bajó a Tercera ese año y el club lo quiso repescar, pero el defensa de Pola de Siero ya tenía un compromiso con el Montañeros y se fue a Galicia.

El partido del sábado es uno más para él y sólo piensa en un triunfo del Siero. "Venimos de una racha de ganar a rivales directos que nos da mucha moral pero el Marino siempre es complicado, sobre todo ahora que está cerca del cuarto puesto y que necesita el triunfo para seguir arriba porque el resto falla poco".

Ambos equipos necesitan los tres puntos y no conseguirlos, señala, "sería un paso atrás" en sus aspiraciones. "Para ellos es un partido marcado en el calendario a ganar porque nosotros no estamos bien clasificados, pero ganamos un partido muy importante el domingo al Lugones y tenemos las pilas a tope", advierte.

La clave para el Siero, comenta, es defender bien "para que pasen los minutos y lleguemos al final con opciones". Y considera que Cárcaba es el hombre a vigilar porque "está entre los máximos goleadores y es su referencia en ataque, aunque Pulgar apuesta siempre por el conjunto y la unidad del equipo", concluyó.