El "caso Andy" podría llegar a Inspección de Trabajo porque el Avilés le adeuda cinco meses. El jugador cántabro es el único que no cobró tras la llegada de IQ Finanzas a la gestión del club el pasado mes de diciembre. Los nuevos gestores le ofrecieron una cantidad que el futbolista rechazó por "ridícula" respecto a la cifra recogida en su contrato, y ahí empezaron los problemas.

El padre del jugador, José García, explicó que hay un segundo contrato firmado con otra cantidad a sumar al primero que no se tuvo en cuenta a la hora de liquidar la deuda. Un contrato que desconocía IQ, según explicó en su momento el exgerente José Ramón Cañedo, y que situaría al jugador como el mejor pagado de la plantilla de largo a pesar de que no llegó a debutar en la Liga.

La contratación de Andy, por tres años, fue una gestión del presidente, José María Tejero, y tanto el director deportivo, José Luis Tamargo, como el técnico, Pablo Lago, dejaron claro desde el principio que no contaban con él.

El padre del jugador pidió la baja federativa e intentó negociar una salida durante los meses de diciembre y enero partiendo de la base de que el club "tiene que pagar al chaval por su trabajo según lo firmado", pero no hubo reuniones y el Avilés no le dio la baja.

Así las cosas, Andy pidió en enero la baja federativa a la Comisión Mixta AFE-Tercera División alegando la deuda del Avilés desde julio a diciembre para poder fichar por otro club en el mercado de invierno. Y la consiguió.

La Comisión Mixta recoge en su resolución que Andy prestó sus servicios para el Real Avilés CF SAD sin cobrar sus salarios "a pesar de disponer de contrato y anexo firmado con la entidad Real Avilés GD SL", e informó de la apertura del expediente tanto al Real Avilés SAD como al Real Avilés GD, para que pudieran presentar alegaciones.

Dos Real Avilés distintos. Alegó Tejero en su calidad de presidente del Real Avilés CF y, "sin negar la realidad de los impagos", dice la resolución de la Comisión, Tejero precisó que el contrato está suscrito con la entidad Real Avilés GD, "que nada tiene que ver con mi representada, tratándose de dos entidades con personalidad jurídica diferente, totalmente independientes y que nada tienen que ver entre si".

Una explicación que no convenció a la Comisión porque, explica, "consultado el Registro Mercantil, consta que Real Avilés GD es una sociedad mercantil unipersonal cuyo único socio es el propio Real Avilés CF ", y acusa al club de crear confusión por varios motivos. El primero porque "la persona que representa al Real Avilés GD en los contratos suscritos con los jugadores, Julio Scheilch, es el mismo que actúa en nombre del Real Avilés CF en otros escritos de alegaciones ante la Comisión Mixta AFE-Federación". El segundo porque, "el escudo es el mismo". Y el tercero porque, "es notorio y admitido que la contratación es exclusivamente para prestar sus servicios en el Real Avilés CF, sin prestar ninguno para la entidad que aparentemente le contrata".

Ingeniería contractual. La Comisión da una reprimenda al club y precisa que, "con independencia de otras implicaciones que desde el punto de vista de la legislación laboral, de seguridad social, o mercantil pudiera tener la ingeniería contractual ideada", ve un intento de evitar responder en el plano federativo ante solicitudes de los jugadores, como la planteada por Andy. "Es obvio que el Real Avilés CF desarrolla su actividad utilizando como pantalla para las vinculaciones contractuales de sus futbolistas a una sociedad que no es afiliada a la RFEF con el fin de evitar que le sea aplicada la normativa, como la que invoca el jugador (Andy)", precisa.

"Es evidente que dicha forma de actuar no puede ser amparada por esta Comisión, máxime cuando se ha tratado de ocultar con evidente mala fe la vinculación entre ambas entidades, pretendiendo burlar el sistema", continúa la Comisión. "En cualquier caso", añade, "el Real Avilés CF no es ajeno a la contratación del jugador llevada a cabo por Real Avilés GD y en consecuencia es responsable solidario de los impagos". Y por ese motivo le concede la baja federativa.

Y concluye: "Lo contrario supondría un evidente enriquecimiento injusto que no debe ser amparado, así como fijar patente de corso para que en el futuro otras entidades utilicen idéntico sistema de tal forma que no se cumplan las normas federativas que todos los clubes afiliados están obligados a respetar".

José García muestra su decepción porque "el Avilés parecía un club serio, pero tiene una empresa pantalla", y anuncia que acudirá a Inspección de Trabajo. "No quiero hacerlo, pero me han estado toreando y es la única salida que me dejan. Hasta aquí hemos llegado", concluyó.