El Lealtad frenó ayer en seco en Les Caleyes. Impreciso e inquieto, el equipo de Villaviciosa cayó por la mínima ante el Palencia, un equipo necesitado que permanece en puestos de descenso. Tras encadenar diez jornadas sin perder, el grupo de Roberto Aguirre firmó su segunda derrota consecutiva tras la sufrida el pasado domingo en Santander. Ayer el Lealtad fue incapaz de generar peligro y estuvo espeso, pero aún así pudo tener una opción para empatar en la última jugada del duelo con un posible penalti a Rubén Suárez que el árbitro no señaló. El enfado de los jugadores locales fue tan monumental que el árbitro acabó expulsando a Álex Belda por protestar con el partido ya finalizado.

Nadie contaba ayer con caer en Les Caleyes ante un rival metido abajo, si bien los de Roberto Aguirre llevan tan buena trayectoria hasta la fecha que el traspié apenas tiene incidencias sobre su andadura en la clasificación. El objetivo de los asturianos, que sigue siendo la permanencia, está bien encarrilado porque los maliayeses transitan cómodos en mitad de tabla. El asunto está en saber cómo afectará la derrota de ayer sobre la confianza del grupo.

El partido fue muy disputado, bronco, con pocas ocasiones claras y resuelto con un penalti al filo del descanso. El Lealtad nunca se encontró cómodo, excesivamente precipitado con la pelota y no encontró espacios. El Palencia, duro y peleón, supo jugar su partido: bien en defensa y lo suficientemente habilidoso para desquiciar a los asturianos con faltas y provocaciones que dejaron un partido con 14 tarjetas.

Y eso que el Lealtad no salió mal al encuentro. Un remate de Adrián Llano que paró Alejandro y un a falta lateral de Yosu que se fue por poco hicieron pensar en un duelo con tinte local. Pero nada más lejos de la realidad. Al poco, el Palencia avisó con un disparo de Fede desviado y un remate peligroso de Rodri. Fue el preludio de la ocasión más clara del partido. Sucedió con un fallo defensivo del Lealtad, que dejó a Rodri mano a mano con Javi Porrón. El delantero no supo definir ante el meta asturiano.

La ocasión no subió al marcador, pero acrecentó los ánimos visitantes, que poco después lograrían su gol. Alberto derribó a Guillén Martí dentro del área en un penalti claro que nadie protestó. Chuchi lo transformó. 0-1.

La reanudación dejó un duelo menos vistoso con apenas ocasiones que contar. El Palencia, duro y ordenado, tiró de oficio para bloquear el escaso juego local. Los asturianos se hicieron con la posesión, pero fueron incapaces de crear peligro. Y además entraron en las provocaciones del Palencia y el duelo se tornó bronco. Las dos únicas ocasiones de la segunda parte fueron, de hecho, para el Palencia. La primera un centro de Ibón que remató fuera Carrasco. Y la segunda un disparo cruzado y desviado de Guillén Martí. No hubo ninguna noticia en ataque del Lealtad más allá del penalti reclamado a Rubén Suárez con el que terminó un partido para olvidar.