Iván Ania volvió a apostar por una defensa de tres centrales para la visita a Ponferrada y la jugada le salió redonda al técnico blanquinegro. El Caudal ganó en consistencia defensiva en Ponferrada para sumar un punto en un empate sin goles que deja a los mierenses fuera del descenso.

A lo largo de toda la temporada Ania ha venido reconociendo que el principal problema de su equipo era defensivo y por ello ha cambiado de sistema en varias ocasiones. El ovetense ha utilizado desde el pasado curso un 1-4-2-3-1 para tratar de ser un conjunto dominante pero con el ascenso a Segunda B se ha dado cuenta que en muchas ocasiones su equipo ha pasado problemas ante rivales de entidad. De ahí que haya optado por reforzar el eje defensivo en encuentros puntuales pero se da la circunstancia que en los tres encuentros en los que ha utilizado el 1-5-4-1 el equipo sólo ha recibido un gol. Esto ha sido en sesenta minutos contra el Celta B, el pasado domingo ante la Ponferradina y en Pontevedra.

El duelo ante el Celta B fue el primero en el que pasó a jugar con tres centrales. Esa tarde el Caudal vencía por 2-1 y Óscar Pérez fue expulsado. En ese instante Ania ordenó jugar un 1-3-4-2 con: Bussman; Cristian, Saavedra, Colo; Pelayo, Ríchard, David González, Iván Fernández; Ernesto y Braulio. Los mierenses acabaron venciendo por 3-2 y recibiendo un tanto en el minuto 89. En Pontevedra y Ponferrada Ania volvió a recurrir a un defensa sustentada en tres centrales, siempre Cristian, Saavedra y Colo, para acabar con sendos empates en dos de los campos más complicados del grupo. Un variante táctica en la que Ania ve una opción para acabar con los errores defensivos y para dotar al Caudal de solidez. El domingo tocará otra prueba dura con la visita del líder, la Cultural Leonesa.