Gerard Piqué aseguró ayer que la plantilla del Barça está "a muerte con Luis Enrique", después de que el entrenador fuese silbado en el Camp Nou en alguna fase del partido contra el Leganés, y por un sector, mientras que otro le animaba.

"No entendemos los silbidos", insistió Piqué. "Cuando llegó Luis Enrique estábamos en la mierda absoluta", sentenció, enviando un mensaje inequívoco de que en el vestuario azulgrana el grupo comulga a pies juntillas con el actual entrenador barcelonista.

Además, Piqué ha recordado que tras un año en blanco a las órdenes del Tata Martino, con la llegada de Luis Enrique "ganamos el triplete", y ha emplazado a los barcelonistas a reflexionar después de los silbidos.