Una baja más en el Universidad de Oviedo es un mundo. Eso es lo que le sucedió ayer al equipo estudiantil en la cancha del Añares Rioja guipuzcoano. Un golpe en la rodilla el jueves de la capitana Andrea Sierra evolucionó negativamente y finalmente no pudo participar junto a sus compañeras en un encuentro que valía su peso en oro en la lucha por la permanencia.

El equipo universitario tendrá que seguir peleando en las cinco jornadas que le quedan para lograr la permanencia en Liga Femenina 2. El Añares Rioja se coloca ahora con las mismas ocho victorias que tienen las ovetenses, las mismas que tiene también el Ensino y el Segle XXI. Estos cuatro equipos tienen dos triunfos de ventaja sobre el ADBA avilesino, que está penúltimo y que marca el descenso.

El Uni contó con la aportación de la jugadora junior del Oviedo Baloncesto Lucía Rey para sumar un total de siete jugadoras. Pero el peso del partido hubieron de llevarlo las de siempre, Joy Brown, Mariah Nunes, Damika Martínez, Raquel Navarro y Sandra Molero. Ninguna de ellas tuvo apenas descanso durante el encuentro y eso se notó con el paso de los minutos. Los dos primeros cuartos estuvieron muy igualados. El cuadro guipuzcoano ganaba a mitad de partido por solo un punto (32-31), pero tras el paso por vestuarios la cosa cambió de manera significativa. A las ovetenses se les acabó la gasolina y sufrieron mucho para seguir el ritmo de un rival con mucho más fondo de armario.

Las estudiantiles tienen el domingo un duro encuentro en el Pabellón Universitario ante el segundo clasificado, el Sant Adriá.