Somozas, Área 11

Un Caudal que fue claramente de más a menos logró un sufrido empate en su visita al campo del Somozas. Los caudalistas se adelantaron con dos goles antes de la media hora, pero en los siguientes treinta minutos sufrió otros tantos del colista, que pese a la media hora que aún le quedaba por delante no consumó la remontada.

El Caudal se asentó rápido en el partido. A los cuatro minutos sorprendió en una contra por la derecha al Somozas que Annunziata, delante de Molina, cruzó a la red para adelantar a los visitantes. El autor del gol fue sustituido poco después por un problema físico. En el minuto 24, en una pugna por el esférico en el área entre Medina e Iván Fernández el colegiado señaló penalti. Los locales protestaron la decisión inapelable que permitió a Óscar Pérez ampliar la distancia en el marcador. El Somozas modificó su planteamiento a la media hora y eso hizo daño al esquema de Iván Ania.

Los locales, mejor posicionados, sacaron fruto en el último desmarque antes del descanso, en el que Bussmann derribó a Amaro en el área. Los locales reclamaron la segunda amonestación para el meta, cerrándose el acto con el gol de Arkaitz desde los once metros. El Caudal, replegado, pudo marcar en una contra en la que Jaime entregó el cuero antes de llegar al área. Sin embargo, acabó pagando sus concesiones de espacio y posesión cuando se llagaba a la hora de partido, en una acción que concluyó con un segundo chut consecutivo de Amaro que superó a Bussmann.

Iván Ania puso a Roni por Ernesto, un cambio que no repercutió en lo que sucedía. Bussmann rechazó un tiro a gol de Amaro y Medina chutó cerca de la escuadra en el minuto 68. Tres más tarde Roni se mostró ingenuo en un mano a mano con Molina, que detuvo su tiro en dos tiempos. Bussmann fue providencial para salvar la remontada en un balón suelto que le quedó a Arkaitz para hacer el 3-2, y en el 82, atajando un disparo de Rami.

Los últimos diez minutos, más los dos de prolongación, fueron de total control local, que también ganaban los balones divididos, apareciendo de nuevo Bussmaann para salvar un centro raso que esperaban dos atacantes en boca de gol.