"El partido de Avilés nos reforzó a pesar de perder". Ese es el sentir del vestuario del Marino que, como cada lunes, analizó ayer en el vestuario la derrota del domingo (1-0) en el Suárez Puerta. Todos los jugadores estuvieron muy participativos y coincidieron en que el partido del domingo marcó el camino a seguir para lograr el objetivo de meterse en el play-off de ascenso.

El conjunto luanquín afrontaba el derbi comarcal con ciertas dudas después de ceder un empate (1-1) con el colista Urraca la pasada semana en Miramar, pero con el deseo de hacer un buen partido y la necesidad de sumar para no perder comba en la pelea por el cuarto puesto con Tuilla, Oviedo B y Covadonga.

No pudo ser, pero los resultados acompañaron al ceder sendos empate a un gol el Tuilla y el Covadonga ante el Praviano y Lugones respectivamente. El único que ganó fue el filial azul, que se coloca quinto con 53 puntos, los mismos que Covadonga y Marino, y a seis del Tuilla. El objetivo luanquín sólo está un punto más lejos que la pasada semana, pero mucho más cerca que la pasada temporada a estas alturas. Y es que a falta de diez jornadas, el pasado año el Marino era octavo con 43 puntos, diez menos que el Tuilla de Adolfo Pulgar, (el actual técnico azulón), y el equipo logró el objetivo. Ese fue el razonamiento que dio el lateral derecho blanquiazul Pablo Suárez (que jugó el pasado año en el Marino) al capitán Guaya tras concluir el partido del Suárez Puerta. "El año pasado nadie creía en nosotros, este año también lo pueden conseguir", señaló.

Jugadores con molestias. Llerandi, con una sobrecarga en el isquiotibial, y Viesca que recibió un rodillazo en la zona baja de la espalda no entrenaron ayer. Aitor Suárez ya hace carrera continua y a partir de mañana miércoles se irá metiendo en el grupo. Y Pablo Hernández ya está listo para entrar en la lista del domingo (17.00 horas) ante el Colunga en Miramar.