El Caudal puede con las adversidades. Los de Iván Ania lograron tres puntos vitales ante el Coruxo en un encuentro donde tuvieron que hacer frente a un penalti en contra, a una expulsión y a una lesión. El cuadro mierense respira y deja los puestos de descenso a cinco puntos.

Comenzó el partido con el Caudal tratando de llevar el peligro a la meta de Alberto. Ernesto, muy participativo, forzó una salida de Alberto de su propia área, pero el meta del Coruxo fue capaz de despejar el balón a córner.

Una de las ocasiones más claras para el Coruxo llegó en el minuto 21. Chechu Grana no fue capaz de despejar un balón en la línea de banda y Camochu le arrebató el cuero. El delantero asturiano golpeó a puerta, pero Noel Alonso logró sacar el balón sobre la misma línea de gol. Poco después, Ania se vio obligado a sustituir a Armando Invernón por lesión.

Cuando el primer tiempo llegaba a su final, Jaime cazó un balón en la frontal del área y su disparo raso, ajustado al palo, se coló en la meta de Alberto sin que el meta del Coruxo pudiese hacer nada. El Caudal se adelantaba, pero los gallegos no habían dicho su última palabra. Tras el rechace de una jugada a balón parado, Fernando, libre de marca, recibió dentro del área y su potente disparo se colaba en la meta de Chechu Grana. Gol psicológico para el cuadro vigués antes del descanso.

La segunda mitad comenzó con ritmo y ocasiones. Fue el Caudal quien golpeó primero. Los mierenses reclamaron penalti sobre Javi Sánchez, pero el colegiado decretó córner. En el saque de esquina, Óscar Pérez cabeceó al fondo de la red el envío de Jaime en el minuto 49. En la siguiente acción, Noel rozó el tercero, de nuevo tras un saque desde la esquina.

Los gallegos se crecieron. Fernando envió el balón al palo tras una jugada a balón parado. El mediapunta recogió el balón en el área, pero no acertó para batir a Chechu. Minutos después, tras un fallo defensivo del Caudal, Noel Alonso tocó el balón con la mano dentro del área, tras disparo de Mateo. Chechu Grana tocó el lanzamiento de Alberto García con el pie y evitó el empate del Coruxo.

El Caudal se sacudió el dominio gallego y, cuando mejor estaban los mierenses, el árbitro mostró una rigurosa segunda amarilla a Óscar Pérez, dejando a los mierenses con diez. Los de Ania supieron sufrir y pese a los acercamientos del cuadro vigués, lograron una victoria muy trabajada.