Un pisotón involuntario de un rival del Lenense dejó a Nacho Méndez fuera del equipo durante los dos últimos meses por la fractura de la quinta falange del dedo pequeño del pie derecho. La lesión fue más dura si cabe porque el jugador acababa de estar mes y medio de baja por un esguince en el ligamento lateral interno de la rodilla izquierda en otra jugada fortuita entrenando.

Estos dos meses se hicieron "eternos" para el medio ovetense del Avilés pero aprovechó, explica, "para cargar las pilas y llenarme de ilusión para trabajar el máximo y ganarme un hueco en el once para ayudar con mis virtudes al equipo en lo que pueda". Y añadió: "La idea es mejorar físicamente porque aún me queda un poco, ir cogiendo sensaciones y recuperar mi mejor versión cuanto antes".

La baja, señala, "fue una pena" porque "volvía a sentirme bien después de la lesión de rodilla", pero ya está olvidada y sin secuelas porque "no me molesta nada al golpear", y vuelve en el momento decisivo, cuando el equipo se está jugando el título y tiene cerca el play-off. "Queda lo más bonito del año y esperemos que no haya ningún problema más para ayudar al equipo en lo que pueda en este tramo final".

La reaparición fue rápida porque en apenas dos semanas de entrenamiento ya jugó frente al Covadonga al sustituir a Matías en el minuto 76. "Me prestó la tira. Esta semana hice entrenamientos de menos a más para coger confianza y gocé los minutos que jugué en el Suárez Puerta. Era una sensación que echaba mucho de menos y que hizo el domingo muy bonito para mi".

Su entrada coincidió con buenos momentos del Covadonga, que buscaba el empate a tres goles. "Era un momento de tener calma, intentar que el equipo descansara con la pelota y tratar de aprovechar alguna ocasión de marcar el cuarto para sentenciar, como sucedió", señala.

Jugar en este Avilés está difícil porque la competencia es máxima, pero la ventaja de Nacho Méndez es su polivalencia y se ve jugando en varios sitios, "donde el míster me necesite y pueda echar una mano al equipo". Su preocupación ahora es que "las piernas vayan cogiendo el tono muscular adecuado para resistir la carga de entrenos y partidos".

La Liga está bonita, con mucha pelea por arriba y por abajo y el Avilés disputa el título con el Langreo y el Sporting B, que visitará el Suárez Puerta en quince días aunque los blanquiazules sólo piensan en el partido contra el Llanes del próximo domingo (17.00 horas) en San José. "El equipo es muy consciente de lo que nos jugamos en Llanes ante un rival con futbolistas de calidad, y al que la clasificación no marca su peligro real". Y añade: "Sería un error por nuestra parte pensar en el Sporting B cuando quedan quince días con el partido tan duro que tenemos el domingo en un campo pequeño y complicado, en el que hay que hacerlo muy bien para sumar una victoria importantísima, luego ya ser verá lo que pasa en el siguiente".

El club está pasando por momentos de incertidumbre por el pulso entre el gestor, Álvaro López, y el dueño, José María Tejero, por la propiedad, y Nacho Méndez confía en que se imponga la cordura. "Yo estoy centrado únicamente en lo deportivo, pero es de desear que los directivos y la afición sumen porque estamos peleando por un objetivo bonito con posibilidades reales y sería una pena tirar a la basura tantos meses de trabajo de unos y otros por estas historias".

Y concluye: "Por eso esperamos que por el bien del club se calme un poco la situación y se hable de lo deportivo porque es lo realmente importante y lo que va a marcar hasta donde puede llegar el Real Avilés en un futuro".