"¿Cómo no iba a venir? España es mi selección favorita". El gijonés Lucas Prieto. de 7 años, lo tenía tan claro como los 5.500 aficionados que desafiaron el frío y la fina lluvia que acompañaron a España en su toma de contacto con el escenario en el que esta noche se medirá a Israel. El Molinón y la ilusión de ver de cerca a los Iniesta, Ramos, Koke o De Gea ejercieron como protagonistas de una cita que evidenció el cansancio con todo lo relacionado con la política, y tuvo al fútbol como único punto de atracción. Asturias y Gijón se volcaron con el combinado dirigido por Julen Lopetegui antes de que el balón eche hoy a rodar con tres puntos en juego para estar en el próximo Mundial.

"Vamos a ganar 2-1, con goles de Ramos e Iniesta", sentencia Lucca de la Roca, convencido de que España superará con comodidad la prueba ante Israel, aunque su pronóstico se traduzca en un marcador apretado. Tiene 7 años, no pierde de vista lo que sucede en el césped y sus gestos dan fe de que los niños fueron los que más disfrutaron con la presencia de los jugadores de la selección en El Molinón.

"Ramos es el mejor, va a por todas", comenta Noel Tuero a sus padres, con los que ha venido desde Villaviciosa, mientras apura una bolsa de gusanitos que no le impide perder detalle de cada paso del madridista. "Yo también juego a fútbol, pero con mis amigos", concreta mientras corta rápidamente la conversación. No está la cosa como para perderse las instrucciones que acaba de indicar el seleccionador a sus jugadores.

"España es muy superior a Israel, tiene que ganar fácil. También creo que no tendrán problema en resolver pronto la clasificación del Mundial", señala Enrique Rodríguez, un joven de Ciudad Real que ha aprovechado su presencia en Gijón por motivos laborales para pasarse por El Molinón. Los flashes de los cámaras de fotos se multiplican cada vez que algún jugador de la selección se aproxima a alguno de los fondos o la grada este, las tres zonas del campo entre las que se reparte el grueso del público. En la Tribunona también hay rostros conocidos, como el futbolista del Sporting Douglas. El brasileño tiene varios excompañeros en el campo, con los compartió vestuario en el Barcelona. Dudu Aouate, exguardameta de Mallorca y Racing de Santander, entre otros, también se deja ver en el campo para apoyar a los suyos, el combinado de Israel.

"Gijón no debe meterse a opinar de política internacional. Se ha dañado la imagen de la ciudad", sentencia Nieves Patín, decepcionada con todo el clima que ha rodeado el partido entre España e Israel. "Una cosa es el fútbol y otra las política, y no se deben mezclar cosas que nada tienen que ver", añade su marido, Nicolás Dembinsky. Este matrimonio gijonés acompaña a sus dos nietos, que juegan en el Llano 2000 y en la Escuela de Fútbol de Mareo, que cuenta además con amplia representación junto al fondo norte. La conversación de los pequeños apenas repara en el detalle de los abuelos, y va más centrada en escoger al mejor del entrenamiento. "Aquí no hay clubes ni equipos, aquí somos todos de España", enfatizan.

La mayoría de los presentes ya tienen su entrada para el partido de esta noche, aunque haya que trasnochar o acudir a El Molinón con bocadillo. "Yo no voy a venir, pero mis padres me van a dejar verlo un rato por la televisión", matiza Martín Sánchez, que a sus 9 años cuenta con el plan perfectamente trazado para no perderse detalle del partido de la selección. "Estaría mejor con algún asturiano, pero...", añade sin querer trasladar ningún tipo de decepción. "¡España, España!", termina escuchándose a coro desde la grada.