Al Unión Financiera le quedan seis partidos de la fase regular de la LEB Oro en los que tratará de asegurarse acabar entre los cinco primeros para, como campeones de la Copa Princesa, tener el factor cancha a su favor en todas las eliminatorias de play-off que dispute. Tras una primera vuelta excepcional, con trece victorias y cuatro derrotas que les colocaron primeros y que les permitieron jugar la Copa en Pumarín, han empeorado en la segunda, en la que llevan seis derrotas y cinco victorias. Carles Marco, entrenador de los ovetenses, llama a la calma y asegura que lo mejor de la temporada está por llegar.

- ¿Cómo está el equipo en el aspecto físico y de lesiones?

-Agustí Sans está mejor pero aún no se ha recuperado; tenemos desde hace días a Dani Pérez tocado y está entrenando entre algodones, y Miquel Salvó está mucho mejor. Con Dani estamos teniendo mucho cuidado porque sufrió una torcedura de tobillo y ya no jugó al ciento por ciento ante el Gipuzkoa.

- ¿Y anímicamente tras perder ante Gipuzkoa?

-Bien. Es cierto que era un partido especial porque si ganábamos nos poníamos primeros, pero estamos animados y preparados para recibir mañana al Melilla, un equipo que tiene la posibilidad de acercarse a nosotros en su lucha por el factor cancha. Ellos al principio de la temporada aspiraban a subir y nosotros no. Vamos al partido a hacerlo bien y más siendo en casa.

- ¿El objetivo ahora es acabar entre los cinco primeros?

-Tenemos que pensar en nosotros, como hemos venido haciendo toda la temporada. Puede que últimamente hayamos pensado más de la cuenta en otras cosas. Si somos primeros, pues primeros; si somos quintos, quintos; y si es el play-off, pues el play-off. Cuando pasen estos dos partidos (Melilla y Coruña) podremos hacer un análisis más detallado, pero antes hay que volver a coger sensaciones, sin perder nada del horizonte. Cuando queden los últimos cuatro partidos puede llegar el momento de hacer cuentas.

- ¿Se han responsabilizado demasiado tras la buena marcha del equipo en la primera vuelta?

-Al principio no nos conocían, nos salían bien las cosas, todo iba de cara, pero cuando te juegas cosas es más difícil. Pero hay que tener en cuenta que nunca hemos tenido a todos los jugadores disponibles y que ha habido factores que nos han podido afectar. La bajada de tensión después de ganar la Copa es algo normal. Muchos partidos que perdimos en esta segunda vuelta han sido por deméritos nuestros. De los seis partidos que hemos perdido en la segunda vuelta, salvo el del Breogán, que jugamos los dos equipos a un gran nivel y que tuvimos en nuestra mano, no jugamos como nosotros podíamos jugar, con esa chispa y ese 'feeling' de la primera vuelta. No ha sido ni por físico ni por juventud. Pero estamos recuperando nuestra esencia y vamos a volver a dar mucha guerra hasta final de temporada. Estamos en el camino. No podemos ser derrotistas estando a dos victorias del primer clasificado y habiendo ganado el único título que hemos disputado.

- Tienen delante dos huesos muy duros, Melilla y Coruña, y además rivales directos.

-Estos dos equipos, más Palencia, Breogán, Gipuzkoa y Burgos, son los mejores de la categoría. Nosotros no entrábamos en las quinielas pero nos hemos situado ahí, así que nos vamos a enfrentar a dos de los siete mejores de la competición.

- ¿Qué es lo que más le preocupa del Melilla?

-Su gran nivel competitivo. Siempre que han jugado contra nosotros en Pumarín lo han hecho a un altísimo nivel. Quizá es porque siempre hemos sido rivales al estar arriba en la clasificación y por eso vienen con las pilas puestas. Son muy buenos, me preocupa la anotación de uno de sus bases, que todos son buenos tiradores y que Oliver Arteaga es un factor determinante en la liga. Espero que no estén todos bien, pero creo que vamos a conseguir ganar y que como mínimo vamos a ser muy competitivos.

- ¿Está satisfecho con el trabajo que está realizando con una plantilla tan joven?

-Seguro que vamos a estar satisfechos en el futuro. Cada vez lo hacen mejor y de eso nos daremos cuenta el año que viene, ahora no somos conscientes de ello. El año que estamos haciendo y los minutos que están jugando en una categoría tan competitiva como la LEB Oro es algo muy positivo. Pero está claro que todos queremos más y que son ellos los que tienen que ponerse un punto más de ambición.

- ¿Qué me dice de la evolución de Felipe dos Anjos?

-Trabaja mucho y muy bien. Será lo que él quiera ser. A nosotros es un jugador que nos ayuda mucho. Seguro que hay partidos que piensa que tiene que jugar más pero está disputando muchos minutos viniendo del junior del Real Madrid. Lo mismo pasa con Barro, que viene de jugar en la liga EBA; con Carlos Martínez y Miquel Salvó, que vienen de jugar en Plata; o con Löfberg, que viene de no jugar en Italia. Están jugando en una de las mejores segundas ligas de Europa.

- ¿Y de su futuro se puede decir algo?

-Soy ambicioso y quiero ser cada vez mejor entrenador. Pero el futuro no se lo marca uno, las cosas que vendrán no las marcas tú. Tengo claro que no hay que precipitarse y ahora hay que pensar en ser ambicioso esta temporada. Tenemos que darnos cuenta de que hay cosas que estamos viviendo esta temporada que quizá nunca las volvamos a vivir.

- ¿Les gustaría ser recordados como el equipo que provocó que pensaran en construir un pabellón más grande para el Oviedo Baloncesto?

-Eso a lo mejor significaría que hemos subido y sería magnífico. Los aficionados han demostrado esta temporada que quiere baloncesto en Oviedo. Han dejado pequeño Pumarín y ojalá que tengamos un pabellón más grande.

- ¿Un deseo para el final de temporada?

-Ojalá quedáramos primeros. Pero si no se consigue espero que tengamos el factor cancha a favor en el play-off. Ganar la liga estaría muy bien pero un play-off con el factor cancha a favor en Pumarín puede ser algo espectacular.