Al Marino de Luanco se le ha puesto muy cuesta arriba el camino hacia el objetivo de estar en el play-off de ascenso. El equipo azulón no da por perdida la temporada, ya que todavía quedan por delante otros seis partidos antes de acabar la competición, pero el empate de este domingo ante el Covadonga (1-1), ha dejado al conjunto luanquín en la sexta posición de la tabla y a once puntos del Tuilla, que marca las posiciones de privilegio.

El año pasado a estas alturas de la competición, el equipo también estaba en esa sexta posición, pero la clasificicación estaba mucho más apretada y solo tres puntos le separaban de esa cuarta posición que acabó ocupándo al final de la liga regular.

Ahora no le queda otra que no fallar de aquí al final de temporada y esperar que los de arriba tropiecen, especialmente el conjunto arlequinado que tendrá que hacerlo mucho para que los marinistas puedan darle alcance. El Oviedo B, ahora en la quinta posición, está a solo dos puntos.

El calendario que tiene por delante el Marino no es fácil. Aunque los siguientes rivales están en la zona media de la tabla, aún no tienen la permanencia cerrada y no querrán dejar escapar los puntos. El equipo recibe este domingo al Llanera (17.00 horas, miramar), mientras que el siguiente semana visitará al Llanes, en este caso en jueves, aprovechando la Semana Santa (18.00 horas, San José). Tampoco el Praviano se juega gran cosa, con ocho puntos por el momento sobre las posiciones de descenso. El Marino recibirá a los de Pravia el 23 de abril.

Tras esos choques llegan dos consecutivos a domicilio, ante el Sporting B, actual líder que busca el campeonato, y el Tineo, que por el momento se está jugando la permanencia, al igual que el último rival de los marinistas, L'Entregu, que visitará Miramar el fin de semana del 13 y 14 de mayo.

Pozo y Boris siguen su recuperación. El equipo azulón sigue pendiente de la evolución de las lesiones de Álvaro Pozo y Boris, que han estado fuera en los últimos partidos. El primero continúa en tratamiento por molestias en el adductor, mientras que Boris se entrenó al margen de sus compañeros por una microrrotura en el isquiotibial. El resto de la plantilla se entrenó con normalidad y ya piensa en el siguiente encuentro, el domingo en Miramar.