Juan Junquera es un ejemplo para los jóvenes de Holanda. Y no sólo por su carrera deportiva. Lo es, más bien, por sus palabras, tan cabales pero tan poco frecuentes. La carta publicada por este portero del Llano 2000 de 16 años en LA NUEVA ESPAÑA hace varias semanas en la que el joven criticaba las broncas de los padres de los niños que juegan a fútbol se acaba de publicar en una revista holandesa destinada a los adolescentes. Los periodistas holandeses ponen a Junquera como un ejemplo a seguir. Y no es para menos.

La carta, titulada "Su hijo no es Messi", fue compartida en su día por miles de personas en las redes sociales. Este estudiante del colegio La Inmaculada decidió escribirla cuando se cansó de ver que la violencia verbal de la que era testigo en los campos juveniles se repetía cada fin de semana en toda Asturias. Hubo un día que los insultos que escuchó en el campo le agotaron la paciencia y hasta obligaron a intervenir a la Policía. Y Junquera cogió boli y papel.

El joven se sentía muy dolido por ver cómo se habían desarrollado los acontecimientos. "Salí del campo cabreado. Incluso dejé muchas cosas en el vestuario y me fui sin duchar. No me podía explicar lo sucedido porque no había pasado nada extraordinario, ni hubo demasiados desaciertos del árbrito".

Las palabras de Junquera llegaron incluso hasta el Sporting de Gijón.