Villaviciosa,
Lucas BLANCO
Rubén Sánchez es natural de Peña de San Pedro, en Albacete, y a sus 28 años cuenta con una larga trayectoria. Tras jugar con el Albacete juvenil pasó al filial del Villarreal y después de medio año en Guadalajara estuvo en los filiales del Valencia, Valladolid, Getafe y Atlético de Madrid. De ahí pasó a equipos como el Murcia y el Compostela, para posteriormente coincidir con Roberto Aguirre en el Zamora y el Mensajero. El pasado invierno llegó al Lealtad para convertirse en un fijo del once maliayés.
- ¿Cómo se encuentra en el Lealtad?
-Llegué en un momento en el que el equipo cogió una mala racha de cinco derrotas consecutivas, pero ahora llevamos ya tres sumando y cogiendo más confianza.
- ¿Qué le hizo decidirse por el Lealtad en enero?
-Estaba en una situación en el Melilla en la que tenía que dejar la entidad. El hecho de que aquí estuviera un entrenador que me conocía y con el que había rendido bien, además del interés del club fueron motivos suficientes para apostar por el Lealtad.
- ¿Le sorprendió la entidad asturiana?
-Es un club humilde, pero con buena organización. Me encontré con muy buena gente y el ambiente es sano tanto en el vestuario como en el club a nivel institucional.
- ¿Está contento con su rendimiento?
-Creo que puedo aportar bastante más de lo que estoy dando hasta ahora. Vine con alguna molestia física y no acabo de coger el punto máximo que puedo dar. Aun así estoy contento porque me esfuerzo en mejorar y he hecho algún partido que otro bueno.
- ¿Ven cerca el objetivo de la permanencia?
-La salvación está muy encaminada porque la primera vuelta fue buena. Luego pasamos por un mal momento pero el equipo está ahora bien y en condiciones de alcanzar los 45 o 47 puntos que den la tranquilidad definitiva.
- ¿Es la visita de Osasuna B, mañana, una oportunidad para aproximarse al objetivo?
-Es un equipo que está abajo cuando no se esperaba que estuviese ahí. En casa estamos obligados a salir por la victoria. Si ganamos sería un gran paso.
- ¿Fue justo el empate en Valladolid?
-El partido pudo caer de los dos lados, si bien nosotros lo tuvimos más cerca en el 90 cuando fallamos una ocasión muy clara que nos dejó un sabor agridulce. No obstante, un punto puede ser vital a estas alturas para lograr objetivos como lo fue el que logramos ante el Izarra.
- ¿Se ve el año que viene en Villaviciosa?
-En el fútbol hablar de futuro es muy complicado. Lo que sí estoy es muy agradecido al entrenador. Lo que viene o no ya se verá, pero no lo vería con malos ojos porque me siento muy cómodo.
- ¿De dónde viene la química con el entrenador?
-Tanto en el Zamora como en el Mensajero me supo entender a la perfección. Cuando cuenta conmigo es porque también ha logrado sacarme cosas que entre los dos hemos conseguido.
- ¿Cómo definiría al Lealtad?
-Somos un equipo sólido y eso es lo importante. Estamos bien organizados y nuestro hándicap es que nos cuesta meter goles. Si hubiésemos tenido un poco más de acierto estaríamos arriba.
- A usted se le resiste el gol desde su llegada.
-La clave es que entre la primera y tener paciencia. Tampoco quiero obsesionarme. Si llega, llegarán más.
- ¿Es bueno para su estilo el sistema del equipo?
-Pese a que somos muy organizados en ataque tenemos bastante libertad. Al míster le gusta utilizarme en distintas posiciones y no lo veo como algo malo para nada, sino al contrario.
- ¿Es el Lealtad mejor equipo del que esperaba?
-Es un buen equipo de Segunda B, difícil de ganar y que complica la vida a cualquiera. No esperaba menos.
