El presidente del Celta, Carlos Mouriño, anunciaba ayer la salida del club de Vigo porque les "echan" al no permitirles "crecer" y adquirir en propiedad el Estadio Municipal de Balaídos, y que "no hay retorno" después de "ocho años de lucha continua sin avanzar ni un solo paso", asegurando que trabajan en buscar una nueva ubicación tanto para el nuevo estadio como para la ciudad deportiva.

"Lo digo sin acritud, sin amenaza, porque es el único camino que nos deja (el Ayuntamiento), porque tengo que explicar a la afición y a la ciudadanía que no nos vamos, que nos echan y no hay retorno", declaró Mouriño, quien lamentó que el alcalde de Vigo, Abel Caballero, haya rechazado sus propuestas de comprar del coliseo celeste y que siga hablando de una nueva concesión administrativa.

"Ya le dijimos en persona que no a esa posibilidad. El alcalde asegura que el Celta jamás saldrá de Vigo, pero no debe olvidar que él es el administrador de Balaídos, pero no es el dueño del Celta. No seré yo quien le diga cómo tiene que llevar el Ayuntamiento, no sea usted quien me diga cómo y qué hacer con el Celta", advirtió Mouriño a Caballero.