El polideportivo de Pumarín presenció ayer el regreso del mejor Unión Financiera de la temporada. La afición del equipo ovetense se fue a casa convencida de que todavía le quedan grandes momentos por vivir en un play-off de ascenso a la ACB para el que ya están clasificados y que se presenta apasionante.

El conjunto de Carles Marco, que superó con gran autoridad al marín, está, además, muy de cerca asegurarse que todas las eliminatorias de ese play-off sean con el factor cancha a favor. La derrota esta jornada del Melilla aleja a los de Alejandro Alcoba, sextos, a dos victorias de los ovetenses, que ahora son cuartos. Si el Unión Financiera queda entre los cinco primeros será segundo a todos los efectos de cara al play-off como premio por haber ganado la Copa Princesa.

Y es que el equipo ovetense ha recuperado esa chispa que había perdido hace algunas jornadas y ya es otra vez ese equipo que ha sorprendido a todos esta temporada en la LEB Oro. Incluso algo mejor. La aparición de Barro en este tramo final de la Liga aporta mucha competitividad al equipo. Y si encima Agustí Sans comienza a anotar, Carlos Martínez sigue aportando su granito de arena cada minuto que pasa en la cancha y Eduardo Hernández-Sonseca se convierte en el jugador imparable que ya está siendo por momentos, este Unión Financiera no tiene por qué poner límites a sus sueños.

Es justo decir que la papeleta de ayer era una de las más sencillas de resolver de lo que le queda de temporada al cuadro carbayón. El Marín llegaba a Pumarín como colista casi descendido y se va con casi los dos pies en la LEB Plata. Un equipo el gallego que además comparecía con una baja tan sensible como la del exjugador del Oviedo Baloncesto Andrés Miso, y con Javi Múgica tocado. El Marín trató de agarrarse a Jason Cain, su jugador más determinante, pero cuando éste vio la tercera falta personal en el segundo cuarto ya pocas cosas les quedaron a las que recurrir.

La primera alegría importante del partido fue la de ver de nuevo a Dani Pérez en el quinteto inicial. Sin rastro de dolor, el base barcelonés manejó el partido a sus anchas y pudo disfrutar de un día tranquilo en el que tuvo otra actuación más que notable. Faltaban Víctor Pérez, lesionado en el partido ante el Leyma Coruña, y un Felipe dos Anjos que llegó de su periplo por Estados Unidos unos minutos antes de que empezara el encuentro.

El primer cuarto comenzó equilibrado, con intercambio de canastas y con un Unión Financiera que anotaba sobre todo desde la línea de tres. A 1:10 de acabar este primer cuarto ganaban 14-18 los gallegos. Pero Barro tuvo un minuto final mágico. Anotó el 16-18, puso un tapón espectacular, volvió a encestar (18-18), robó un balón y lo aprovechó para machacar (20-18). Aún tuvo tiempo Carlos Martínez de anotar un triple para alejar a cinco puntos a los locales (23-18).

La explosión de energía de Barro acabó con la resistencia del Marín y el segundo cuarto sirvió para estirar la renta en el marcador, con mucho acierto desde el tiro exterior y superioridad bajo los aros. Amagaron con volver al partido los gallegos en el tercer parcial, con un 0-8 de salida que puso el marcador 47-40 a 5:17 del final del tercer cuarto. Fue un espejismo y el Unión Financiera rápidamente se recompuso y ya la renta no dejó de crecer ante un público que disfrutaba con un equipo al que se ve feliz y preparado para atrincherarse en su fortín de Pumarín.