Pese a ir perdiendo el último partido de la Liga contra el Sporting desde el minuto 5, el Real Avilés fue equipo de División de Honor Juvenil, la máxima categoría, hasta el minuto 85 aproximadamente, que fue cuando el C. D. Areosa deshizo con un gol de falta directa el empate a dos goles que campeaba en el marcador en su duelo con el Real Oviedo. La noticia cayó como un jarro de agua fría en La Toba, donde el Real Avilés, incapaz de empatar siquiera con el potente equipo de Mareo -un punto que le hubiera garantizado la permanencia- mantenía la esperanza de que el equipo ovetense impusiera su poderío en tierras pontevedresas impidiendo la victoria del Areosa.

Al final no fue así y la combinación de otros resultados igualmente poco esperados manda a Liga Nacional Juvenil a los chavales que entrena Iván González, que cabizbajos y desilusionados abandonaron el campo conscientes de que se había acabado el sueño de codearse con los mejores equipos juveniles de España.

Los otros resultados que certifican el descenso del Real Avilés juvenil fueron la victoria del Alondras Juvenil, que ganó en su campo por tres goles a uno al Roces Juvenil, y la del Santiago de Compostela, que derrotó al Bansander por cuatro a uno. Es decir, que se dio la peor de todas las combinaciones posibles y la única que implicaba el descenso de los blanquiazules: su propia derrota y las victorias de los otros tres equipos implicados en la lucha por la permanencia. Puestos a hacer lamentos, los responsables del club hablaban ayer de la oportunidad perdida de haber sacado algo positivo en la visita que hicieron el fin de semana pasado al Requexón, donde fueron incapaces de puntuar frente a un Real Oviedo que a estas alturas de Liga ya no se jugaba nada.

El Sporting, por su parte, vino a Avilés con la plena determinación de resolver el partido por la vía rápida, llevarse los tres puntos y así garantizar la segunda posición que le disputaba el Deportivo de la Coruña. Y ese plan le salió redondo a los de Gijón, que en el descanso ya mandaban por tres goles a cero. La segunda mitad apenas tuvo historia. El año que viene toca intentar el ascenso.