Algunos aficionados del Marino protestaron al equipo en diferentes fases del juego durante el partido del pasado domingo contra el Llanera en Miramar y el técnico, Adolfo Pulgar, quiso tranquilizar al vestuario. "La gente está presionando mucho a los jugadores y tratamos de aportarles tranquilidad porque, al margen del enfado de una parte del público, hay que ser conscientes de la realidad", comentó

Y la realidad, precisó, es que se hizo un equipo con catorce jugadores nuevos y con el 30 por ciento menos del presupuesto que la pasada temporada, "lo que nos sitúa por debajo de seis o siete equipos". Un equipo, añadió, que entrena por las mañanas, lo que limita mucho la contratación de jugadores porque, explicó, "los profesionales no pueden venir por el dinero que se paga y tenemos que recurrir sobre todo a estudiantes y a gente que tiene trabajos compatibles".

La idea de principios de temporada, dice Pulgar, "era hacer un armazón y dejar las bases sentadas para seguir progresando la próxima temporada, pero eso no se asimila mucho en Luanco y no se dan cuenta de que esta es otra historia, que el pasado está y que ahora no contamos con profesionales", comentó para añadir: "El Marino ahora mismo no es puntero en la categoría y quizás nos pesó la presión de querer estar con los mejores".

El técnico quiso destacar el trabajo de la plantilla y pide apoyo para los futbolistas. "Los jugadores están haciendo una gran campaña porque están muy comprometidos, pero se les nota que para muchos de ellos es nueva la responsabilidad de jugar en el Marino y la obligación de estar arriba". Pulgar precisa que el objetivo de la liguilla, "lo marqué yo" a principios de temporada. "Estoy seguro de que vamos a hacer puntos de liguilla, pero este año hay equipos que están muy bien y está muy cara".

Los números le dan la razón porque el cuarto (Langreo) tiene 72 puntos a falta de 15 por disputar y es muy fácil que supere los 80 puntos. "Nunca se vio un cuarto con 80 puntos, esa es una puntuación de primero pero este año es así y nos podemos quedar fuera con más de los 69 puntos que hizo el Marino el pasado año para entrar", explicó Pulgar.

Lo importante, precisa el entrenador luanquín, es que hay una base de equipo con tres sub-23 (Polo, Chus y Oliveros) de alto nivel que fueron titulares muchas veces. "Yo me quedo con el esfuerzo diario de los jugadores porque nunca tuve que llamar la atención a nadie por no entregarse. Nada se les puede reprochar porque lo dan todo por el club y es duro ver que en el entorno todo parece un fracaso".

El técnico pone como ejemplo del trabajo realizado el hecho de que el equipo no haya recibido ningún gol a balón parado. "Nunca me había pasado esto en mi carrera y se debe a que los chavales trabajan muy concentrados, pero en casa les cuesta mucho por la presión". Una presión, señala, "que a mi no me afecta porque llevo nueve liguillas y no me importa que me piten", pero, explicó, "sufro por ellos porque los vi destrozados en el vestuario sabedores de que la responsabilidad les impide hacerlo mejor y no merecen que los piten".

El play-off está a nueve puntos a falta de quince por disputar, una empresa difícil, "aunque vamos a pelear hasta el final", dice Pulgar, pero insiste en que "hay que ser realistas con lo que tenemos y nuestros futbolistas no dan más porque se autopresionan con la idea de jugar la liguilla, que es lo que se merece el Marino".