El Avilés no consiguió ninguno de los dos objetivos que se había marcado ayer: mantener el liderato conseguido la semana anterior y dedicar el triunfo al gestor, Álvaro López, que estaba en el palco con su familia. Los avilesinos no tiraron ni una vez entre los tres palos durante los 90 minutos, y cedieron la primera derrota de las dos últimas temporadas en el Suárez Puerta ante un Tuilla que hizo un gran partido defensivo tapando todos los espacios al Avilés, y que se acerca cada vez más al liderato que ostenta ahora el Sporting B.

La primera ocasión fue para Álex García, que a los trece minutos cruzó demasiado dentro del área un buen pase en profundidad de Álex Arias desde la derecha que se fue cerca del palo derecho del exblanquiazul Gabri. En el 17 fue Palazuelos el que remató fuera un córner de Álex Arias desde la izquierda cuando la grada cantaba el gol. Ese fue el bagaje ofensivo de los locales.

El que acertó fue Villa para el Tuilla en el minuto 29 al recoger un rechace de Yago dentro del área, un poco escorado a la izquierda y cruzar al palo izquierdo de Guillermo. El Avilés tenía que remontar para recuperar el liderato, pero el Tuilla seguía teniendo el control y los locales no podían superar la ordenada defensa visitante una vez que llegaban al borde del área, donde se quedaban todos sus ataques.

El técnico local, Pablo Lago, cambió el ataque para la segunda parte con la entrada tras el descanso de Jorge Rodríguez, que la pasada semana metió tres goles en El Entrego, y Marcos Torres, pero poco cambió sobre el césped. El Tuilla avisó con un remate alto Kike Fanjul y el Avilés, cada vez más nervioso y ansioso, no reaccionaba.

Los locales no encontraron más opciones para tratar de superar la defensa rival que enviar balones largos que siempre acababan en las botas de algún jugador visitante, y transcurridos 22 minutos de la reanudación no habían inquietado a Gabri.

El tiempo pasaba y el liderato se alejaba para los locales, mientras el Tuilla acariciaba un triunfo que le habilita para pelear por todo. Lago quemó el último cartucho con la entrada de Sergio Ríos, pero no era la mejor tarde.

El partido entró en los 15 últimos con el Avilés intentando crear peligro sin conseguirlo y el Tuilla peligroso a la contra, pero con la sensación de que no iba a pasar nada más. Y a si fue. El partido agonizó con los gritos de los seguidores del Tuilla mientras los avilesinos abandonaban la grada cabizbajos. Y es que la alegría del liderato sólo duró cuatro días.