Riazor acoge hoy un partido de urgencias. El Madrid llega a La Coruña obligado a reaccionar tras perder el clásico ante el Barcelona. Un pinchazo dispararía (más) las alarmas en el equipo blanco, que recupera a Varane para el centro de la zaga y que no podrá contar con Bale, lesionado en el sóleo izquierdo para tres semanas. El galés, salvo sorpresa, se perderá las semifinales de Champions ante el Atlético. Es su sexta lesión en la misma zona desde que llegó al Madrid.

Tiene el Madrid urgencias deportivas, porque se da por hecho que el Barça ganará hoy a Osasuna (juega a las 19.30 horas, dos horas antes) y si no gana hoy dejaría de depender de sí mismo en Liga, pero tiene especialmente el Madrid urgencias psicológicas. El grupo de Zidane necesita recuperarse del mazazo del clásico para retomar la confianza de cara a la Liga y a la Champions.

Se viene, pues, una final inesperada para el Madrid en Riazor, escenario donde los blancos han salido victorioso las tres últimas temporadas. Zidane afronta el duelo sin Sergio Ramos -sancionado con un partido por la expulsión ante el Barça- pero con Varane. Si el francés no es titular, Casemiro podría retrasar su posición. Arriba, junto a Cristiano Ronaldo, puede volver a entrar Morata, aunque ayer tuvo problemas físicos en el entrenamiento, por lo que no se descarta a Benzemá. Isco y Asensio apuntan a titulares junto a Modric.

El Deportivo, que ganó hace semanas al Barça, encara el duelo con la necesidad de sumar para amarrar la permanencia. Mel tiene previsto cambios en el once y podría dar entrada a Laure, Arribas, Guillerme o Gama.

Por otra parte, el Madrid anunció ayer que retiró 357 abonos a socios madridistas al detectar un uso irregular en el clásico.