Ginés Rodríguez Moral cuelga las botas. El capitán del Tuilla abandona la práctica del fútbol a los 30 años por culpa de sus maltrechas rodillas. La segunda lesión en el ligamento cruzado, producida hace varias semanas, hace que el futbolista tenga que decir adiós al fútbol. Seguirá siendo uno más en El Candín, donde un enorme mural, levantando uno de los trofeos de Copa Federación que consiguió con el club arlequinado preside uno de los fondos del Tuilla. La despedida de Ginés llega en el mejor momento de la entidad dinamitera.

- ¿Por qué toma esa decisión?

- Son dos años en los que sufro bastantes lesiones. Primero fue el cruzado en la rodilla derecha, después el menisco y ahora el cruzado de la izquierda. Llega un momento en que el cuerpo dice basta. Además, desde que salí de juveniles estoy jugando en Tercera y compatibilizándolo con el trabajo. Acabo de tener una niña y había días que no la veía.

- ¿Son las lesiones lo peor del fútbol?

- Es la parte más amarga. Es una faena tener que dejarlo por esto. Lo ideal es abandonar la práctica del fútbol cuando uno quiera, no verte obligado.

- La retirada llega de un día para otro.

-En mi primera lesión, afronté la operación y la recuperación con ganas. Nunca había tenido nada grave. El menisco ya fue más costoso, mientras que cuando me comunicaron la segunda rotura del cruzado fue complicado. Tenía la esperanza de que fuera parcial, pero no fue así.

- ¿Cómo le comunica la retirada a sus compañeros?

- Fue un día antes de entrenar. Quisieron convencerme para que continuara, pero la decisión estaba tomada. El fútbol me da más sufrimiento que las cosas buenas que me dio.

- El domingo pasado, ante el Oviedo B, recibió un bonito homenaje.

- Fue muy emotivo. La directiva se volcó con el acto. Todos ellos son vecinos y amigos del pueblo. Es gente a la que veo todos los días. También fue muy grato ver a todos los niños, incluidos mis sobrinos, con la camiseta del Tuilla en el campo. Estas muestras de cariño se agradecen una barbaridad. Me siento muy querido por la gente y eso quiere decir que hice las cosas bien y que di todo por el club.

- Estos días habrá recibido muchos mensajes.

-Me he sentido desbordado. Muchísima gente me ha escrito. Quiero agradecérselo a todos y cada uno de ellos. Muchos compañeros con los que hacía tiempo que no hablaba han contactado conmigo.

- Son muchas campañas defendiendo la camiseta arlequinada.

-Han sido ocho temporadas en el Tuilla, son muchos años. Mi adiós llega en la mejor época del equipo y por eso fastidia más tener que abandonar el fútbol.

- ¿Cuál ha sido su mejor momento con la camiseta del conjunto arlequinado?

- Ha habido muchos. Cada año fue bueno. Me quedo con los dos triunfos en la Copa Federación, con la primera clasificación del club para un playoff de ascenso. Luego vino el título de Liga, el seguir jugando promoción. Lo dejo en un buen momento.

- La presencia del Tuilla esta temporada en el playoff de ascenso también será un homenaje.

-Nos lo merecemos. Hablo en primera persona porque sigo siendo el capitán. Después de la gran temporada que hicimos sería injusto quedar fuera. Les dije a mis compañeros que esta clasificación también es mía porque les di seis puntos con mis goles ante el Condal y el Llanera (ríe).

- Habla de que sigue siendo el capitán.

- Estoy todos los días en El Candín, aunque no pueda participar en el entrenamiento. Cuando sea el sorteo de la promoción, viajaré con la directiva y no me perderé ningún partido.

- ¿Le gustaría seguir vinculado al fútbol?

- Seguiré con el Tuilla echando una mano. No nos sobra población (ríe). Ahora toca trabajar desde fuera. El Tuilla es el equipo de mi infancia, es el club de mi vida. Me alegra haber hecho feliz a tanta gente.