La cuarta edición del Gran Premio de Rusia se presenta como otra prueba a la fiabilidad de McLaren, después de que Fernando Alonso aún no haya visto una bandera a cuadros esta temporada. Pese a todo, Alonso cree que "las primeras buenas señales llegarán ya".

Después de tres pruebas en Australia, China y Bahréin, Alonso aún no ha logrado acabar una carrera. Antes de competir en las 500 Millas de Indianápolis, aventura que ya ha empezado a preparar en Estados Unidos, el asturiano tiene por delante los grandes premios de Rusia y España para comprobar si la pequeña mejoría que su equipo dejó entrever en el último test de Bahréin es real o tan solo un nuevo espejismo.

En aquella prueba, Stoffel Vandoorne fue capaz de completar 81 vueltas sin averías, un éxito inédito para McLaren durante esta temporada, aunque el jefe del equipo, Éric Boullier, rebajó las expectativas reconociendo que, en realidad, no sabían exactamente a que se debía esta novedosa fiabilidad.

En estas circunstancias, Alonso ha reconocido que ya consideraría un éxito que los dos coches puedan cruzar la meta el domingo el circuito de Sochi, donde hace un año McLaren fue capaz de puntuar por partida doble. De hecho, Alonso ha pronosticado que "las primeras buenas señales llegarán este fin de semana. Tenemos algunas mejoras en cuanto a la fiabilidad del motor y a prestaciones en la aerodinámica".