Hace casi dos décadas Miguel Indurain creó escuela en la Vuelta a Asturias porque llegaba al Principado a probarse para luego ganar el Tour de Francia. En aquellos momentos Indurain ayudó mucho a esta carrera con su participación -se podría decir que evitó su desaparición- y como luego ganó en Francia los rivales al año siguiente vinieron a Asturias para ver la evolución del navarro.

Esto lo sabe ya Nairo Quintana y por eso el colombiano quiere probarse aquí, especialmente en el Acebo, como hacía Indurain en Somiedo y en el santuario, para luego ganar el Giro de Italia del centenario. El actual mejor escalador del mundo le está haciendo ahora otro gran favor a la Vuelta, y la afición asturiana se lo debe reconocer.