Nairo Quintana, nada más cruzar la meta bajo la nieve, se tomó un bidón de té caliente para recuperarse. El colombiano reconoció que "buscaba ganar en esta gran montaña, que me gustó mucho, porque es un puerto de verdad. Aunque con el frío y la nieve no pude rendir a tope y seguro que el ir tanto tiempo por delante rebajó mis fuerzas. Pero estoy contento de cómo me respondieron las piernas. Así que llevo una buena preparación para Italia porque allí también podemos encontrarnos unas condiciones tan dantescas".

El del Movistar, que recibió la visita del técnico Unzué, tiene claro que "no pude dejar atrás a Alarcón, al que vi muy fuerte. Así que debemos probar en esta última etapa para conseguir el triunfo en la Vuelta. Al menos tengo que intentarlo".

El alicantino Raúl Alarcón (W52-Porto) estaba viviendo en una nube en el podio: "Siempre se me dio bien Asturias, pero no esperaba ponerme líder, es algo maravilloso. Tener enfrente a un corredor de la categoría de Nairo Quintana es casi como un sueño. Estuve pendiente de él cuando arrancó por Pardilla y felizmente pude aguantarle. A ver si en la última etapa logró también aguantar al colombiano en la última subida para llegar a Oviedo y puedo ganar la Vuelta. Va a ser difícil, pero estoy con moral, tras esta buena actuación en el Acebo, y más tras el duro temporal que sufrimos durante toda la etapa". Por otra parte, el temporal de nieve causó estragos y el alemán Andreas Keuser (Kuwait) no pudo acabar la etapa debido al frío y al paso por Pola de Allande, a 25 de meta, se bajó de la bicicleta. Y tuvo la suerte de que en el restaurante La Allandesa le proporcionaron ropa de abrigo y hasta le dieron una habitación.