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Ciclismo | Ganador de la Vuelta a Asturias

Raúl Alarcón: "En el Acebo tenía miedo al ataque de Nairo"

"Llegué bien preparado, pero la verdad es que no pensaba ganar"

Raúl Alarcón dedica la victoria en la calle Uría a su amigo Iván, fallecido en febrero. LUISMA MURIAS

Raúl Alarcón (Sax, Alicante, 25-3-1986) está viviendo momentos inolvidables tras ganar el lunes la Vuelta Ciclista a Asturias ante rivales de la categoría de Nairo Quintana y Óscar Sevilla, que le escoltaron en el podio. Durante la prueba le atacaron, pero no pudieron descolgar al alicantino, que incluso se impuso en solitario en la meta final en la calle Uría de Oviedo.

- ¿Cuando llegó a la Vuelta creía que podía ganarla?

-Sinceramente, no, porque enfrente tenía a Nairo Quintana, que es el gran favorito para el Giro de Italia, y entre otros muchos corredores también estaba Óscar Sevilla, que a pesar de la edad sigue siendo un gran escalador, como demostró aquí y lleva años haciendo también en Colombia, después de brillar en esta carrera que ganó en 2006 y haberse podido imponer en la Vuelta a España.

- ¿Qué se siente al tener un duelo con Nairo en el Acebo?

-Una gran motivación, me llenó de ilusión. Sabía que venía muy bien preparado por el trabajo en altitud en Navacerrada y que podría estar cerca de los mejores. Pero de eso a disputar la Vuelta, ya es otra cosa. Antes de venir a Asturias, unos amigos me avisaron de que en el Acebo iba a hacer mal tiempo, pero a mí me gustan estas condiciones duras, aunque fue uno de los días que más frío he pasado.

- ¿En la montaña canguesa pudo haber ganado la etapa?

-Tenía bastante con salir a rueda a los ataques de Nairo porque sabía que el día anterior en Pola de Lena le había tomado unos segundos. Así que preferí aguantar ahí y no probar a contraatacarle porque luego me podía remontar y distanciar y no coger el ansiado liderato. Fue una jornada muy fría en lo meteorológico, pero muy feliz por verme líder en el podio.

- En el último puerto de la Vuelta se fue y ganó la etapa.

-Era diferente, porque era corto. El equipo de Óscar Sevilla puso un ritmo infernal. Luego Sevilla me atacó varias veces, pero pude aguantarle. Y como conocía bien esta subida de otras ediciones de la Vuelta, esperé hasta la rampa final para lanzar el ataque sabiendo que bajo bien y que podía ganar también la etapa. Me salió redondo.

- ¿Qué sintió en la calle Uría?

-No se puede explicar con palabras la felicidad que tenía, y encima se lo pude dedicar a mi amigo Iván, que fue mi director en juveniles y que falleció en febrero. Hay que tener en cuenta que no soy un ciclista con muchos triunfos, aunque ganara etapas en la Vuelta a Portugal, Trofeo Agostinho y montaña y metas volantes anteriormente en la Vuelta a Asturias. Pero de eso a ganar toda una Vuelta a Asturias hay mucha diferencia. Y me alegró mucho de que Nairo Quintana me felicitara y me comentara que estaba contento por mi triunfo porque había demostrado que aquí estuve muy fuerte. Y yo le desee lo mejor para el próximo Giro de Italia.

- Acaba de cumplir 31 años. ¿Este triunfo le va a cambiar la vida?

-No me planteo hasta cuándo correré, pero en esta carrera había ciclistas ilustres y veteranos, sin contar al histórico Davide Rebellin, que estuvo aquí compitiendo con 45 años y al que una caída le impidió acabar la carrera. Yo siempre corría para trabajar para los compañeros en la Vuelta a Portugal. En esta ocasión quise adelantar un poco la preparación para llegar bien aquí y me dio buen resultado. Fue todo a base de mucho sacrificio, con entrenamientos en altura y cuidado de la alimentación. Veremos si mantengo este gran nivel en la próxima Vuelta a Madrid.

- ¿Qué le parece la afición, que tanto le apoyó?

-Siempre me gustó correr esta Vuelta. Lo hice casi siempre desde que soy profesional. Además, aquí me entrené en muchas ocasiones después de estar con Santi Pérez como compañero en el equipo portugués y la gente me quiere mucho. En la última subida de la Vuelta al Violeo se me ponían los pelos de punta por cómo los aficionados gritaban mi nombre y me animaban. Me ayudaron mucho en esos momentos y les doy las gracias; la afición asturiana siempre se comporta de forma impresionante.

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