Tanto Pablo Álvarez como Esteban García, jugadores del Llanera, fueron piezas importantes en la gran primera vuelta que protagonizó el Langreo durante su última temporada en Segunda B. Ambos salieron del equipo en el mercado de invierno y pasado mañana se medirán al conjunto azulgrana en el Pepe Quimarán. Un reencuentro con su pasado. "Siempre es especial jugar contra un antiguo equipo", destaca Pablo Álvarez. Además, "muchos de los compañeros aún siguen en el club", recuerda Esteban.

El primer tramo de la temporada 2014-15 es recordado de manera positiva por ambos jugadores. "Estuvimos fuera del descenso muchos partidos, competíamos en todos los encuentros y había mucho optimismo", asegura Esteban García. Pablo Álvarez destaca "el buen grupo que había y que conformábamos con Redondo y Marcos Pool; la trayectoria era buena, pero las cosas se acabaron torciendo".

Esteban abandonó el equipo por motivos laborales, mientras que Pablo firmó por el New York City de la MLS. "Fue una experiencia increíble, una forma de poner punto y final a mi trayectoria como profesional y mi primera experiencia en el extranjero".

Durante el tramo final de la pasada campaña, Pablo Álvarez regresó al Langreo. "Llegué con algún problema en el pubis, no estaba a mi mejor nivel físico pero traté de aportar mi experiencia al equipo", apunta. En su breve periplo como azulgrana, anotó dos goles, uno de ellos en la promoción ante el Alcalá de Guadaira. Al mediapunta le queda la espina clavada de "la eliminatoria ante el Haro, donde fuimos superiores, pero no logramos avanzar".

Esteban militó en el Llanes durante temporada y media antes de recalar esta campaña en el Llanera. "Teníamos un gran equipo y el objetivo era terminar arriba, pero siendo realistas, somos un recién ascendido", apunta el central. Por su parte, Pablo Álvarez asegura que "en lo personal no fue un buen año por culpa de las lesiones, no he podido disfrutar del fútbol todo lo que me hubiera gustado y espero que la próxima campaña sea mejor en este aspecto".