Carles Marco tuvo una complicada rueda de prensa ayer en Pumarín. Al técnico catalán le toca recomponer la moral de la tropa, buscar explicaciones a lo que sucedió en Pumarín y soluciones para el siguiente encuentro, que será mañana, a las 18 horas, de nuevo en Pumarín.

Lo primero que hizo fue afianzar su confianza en los suyos: "Confió ciegamente en mis jugadores porque se lo han ganado todo el año". Lo siguiente, echarse la culpa: "Los entrenadores nos consideramos los más culpables de la derrota porque no les hemos dado las herramientas necesarias a los jugadores".

Lo que sí espera es encontrarse con un mejor Oviedo: "Puede haber una versión mucho mejor del Oviedo Baloncesto". Y para ello no piensa hacer demasiados cambios: "No somos partidarios de cambiar muchas cosas de golpe sin haberlas entrenado".

Lo más sensato para el técnico es corregir los errores cometidos: "Hemos hecho muchas cosas mal y el rebote nos ha acabado de matar". Tampoco estaría demás que el rival estuviera algo menos acertado: "El acierto de Ourense nos ha sacado de ritmo", reconoció el técnico.