Aunque últimamente las encuestas abundan casi tanto como las setas en otoño (aunque también broten sabrosas en primavera), todavía está por llegar la que ponga en números las esperanzas de la masa atlética por llegar a la gran final de Cardiff después del varapalo sufrido en el Santiago Bernabéu. Tres goles es mucha distancia para recorrer en el encuentro de vuelta, incluso para las irreductibles gentes rojiblancas que han visto a su equipo zarandeado en la ida y se tientan la ropa. El boquete del lateral derecho (tres lesionados en la zona) dicen los analistas que hundió al equipo de Simeone, que por ahí se fraguó la debacle. Y esa triple ausencia de Juanfran, Vrsaljko y Giménez se restaña un poco este miércoles con la que parece probable vuelta del primero. Da salida apreciable al equipo y una barrera más que tendrá que superar esta vez Marcelo. Para esta ocasión los problemas en el lateral derecho han cambiado de bando: ahora la adversidad tiene a Carvajal como caído. ¿Nacho o Danilo? Zidane sopesa el relevo y, aunque dice no estar en absoluto confiado, sigue sonriendo.

El viejo Manzanares pondrá escenario por última vez a un duelo de este calibre entre los dos grandes madrileños. Los de ZZ con el confortable abrigo del 3-0 y sabedores de que un nuevo tanto en esta ocasión aleja el peligro hasta un utópico repóquer goleador colchonero. ¿Imposible un 5-1? En fútbol hay pocos imposibles, pero la hazaña suena a utópica. Más que nada porque este Madrid no es el PSG ni tampoco este Atlético es el Barcelona. Pero no les cuenten nada de esto a esos irreductibles de la fe rojiblanca.

Tampoco el Celta tiene fácil llegar a la final de la Liga Europa, pero el recuerdo del Shakhtar les da alas, aunque enfrente esté un United que tiene en la recámara a Rooney, Pogba, De Gea, Mata? Irán con esa fe a Manchester. Como fueron a Donetsk.