El gestor del Avilés, el empresario hispano Álvaro López, decidió ayer apartar al director deportivo, José Luis Tamargo, en busca de generar "un clima de estabilidad al equipo", según sus palabras. "Dar estabilidad significa que varios tendrán que ceder un poco porque no aportan un clima de unión", explicó.

La medida trata de contrarrestar la creciente corriente de opinión en contra del director deportivo tanto por una parte de la afición, que el pasado domingo pidió en el Suárez Puerta su marcha, como del vestuario, donde cuenta con un buen número de detractores. Y a todo ello hay que añadir el agrio enfrentamiento que mantiene Tamargo con el dueño, José María Tejero, y con el exdirector deportivo, Ulpiano Cervero; y las cada vez más habituales desavenencias con la junta directiva.

López explicó que la nueva misión de Tamargo será ir preparando la planificación de la próxima temporada. "Le pedí que se enfoque en analizar jugadores y equipos para otros aspectos del proyecto y que dejemos a Paco Parreño (el nuevo técnico tras la destitución de Pablo Lago hace dos semanas) hacer sus labores con libertad de cara al play off".

El gestor califica el nuevo trabajo de Tamargo como "más estratégico" pero, señala, "también libera presión al conflicto". El empresario hispano pasó después a defender el trabajo del director deportivo. "Creo que algunos no entienden lo duro que ha trabajado también Tamargo, incluso dentro del equipo". Y explicó: "Un equipo son muchas más personas que las que uno ve en la cancha y ahí estuvieron muy mal todos. Muy, muy mal".

El cambio de funciones, asegura Álvaro López, no responde a una pérdida de confianza en Tamargo. "Lo que le pido es que se enfoque en otras áreas hasta el fin del campeonato", aclaró.

Tamargo tiene un contrato firmado con IQ Finanzas, la empresa de inversión on line de Álvaro López, pero la idea del gestor es que no aparezca más por los entrenamientos, no entre al vestuario ni interfiera de ninguna forma en el trabajo de Parreño. De hecho, el pasado viernes ya no estuvo en Miranda.