Del 4 al 7 de mayo tuvo lugar en aguas del río Piloña el XXVIII Campeonato de España de Salmónidos Mosca en la categoría absoluta. Esta misma prueba fue válida, igualmente, para decidir los puestos de Alta Competición que dan acceso a los campeonatos mundial y europeo de 2018, y para definir las posiciones de ascenso y descenso de dicha categoría. El vencedor absoluto, los dos primeros clasificados de Alta Competición y dos pescadores elegidos por el seleccionador serán los representantes nacionales en el mundial de la modalidad de 2018.

La competición arrancó el jueves en Infiesto con la recepción de bienvenida a todos los participantes y representantes de cada delegación, desfile por las calles de la localidad incluido. La camaradería y un agradable ambiente festivo fueron la tónica general tanto en este acto inicial como el resto de días que se disputó la prueba.

Un total de 138 pescadores que representaban a 14 autonomías, se repartieron los dos días de competición, viernes y sábado, los 68 tramos de pesca. Se disputaron ocho mangas de competición, cuatro por pescador, ya que todos tuvieron que hacer de control en aquellas en las que no les tocaba pescar. El nivel de los competidores fue muy alto, se dieron cita los mejores especialistas nacionales, entre ellos seis campeones del mundo y 4 campeones de Europa incluidos. El cartel, pues, no podía ser mejor, y las truchas de un Piloña muy bajo de nivel habrían de batirse con las mejores cañas de la especialidad.

El tramo de río donde se celebró la competición fue el comprendido entre la localidad de Arobes, en las inmediaciones de Arriondas, hasta Carancos, incluidas las zonas libres y los tres cotos existentes en este recorrido: Soto de Dueñas, Villamayor e Infiesto. Fueron estos dos últimos cotos los que, sin duda, ofrecieron un mayor número de capturas a los pescadores. Los participantes se encontraron un río Piloña con una buena población de truchas, pero muy bajo de caudal, demasiado para estas fechas.

El campeón absoluto de la prueba, con un total de 29 truchas, fue el valenciano Fernando Lara Perales. Según sus propias palabras, fue "consiguiendo peces en cada manga, y esa regularidad pudo ser la clave del éxito. También que los últimos cinco minutos de competición clavé tres truchas y ninguna de ellas se me soltó". Fernando Lara, junto con los dos primeros clasificados de Alta Competición, Francisco J. Llamas Poveda y Ander Pérez Larruskain, y otros dos pescadores que designará el seleccionador nacional, formará el equipo que nos representará en el campeonato del mundo de la modalidad en 2018. Por autonomías, Euskadi se proclamó equipo campeón, por delante de Castilla-La Mancha y Valencia.

Referente a la Alta Competición, compuesta por 35 pescadores, señalar que los 12 últimos de su clasificación perdieron la categoría, y que los ocho primeros clasificados en el nacional ascienden a la misma.

Pese a las adversas condiciones, especialmente el sábado, se consiguió un total de 2.118 truchas, superiores a 17 cm, siendo la pieza mayor un ejemplar de 48,2 cm capturado por el asturiano Juan Allende. Sin duda, el aspecto barrado que presentó el río durante la última jornada fue decisivo para que el número de capturas finales no fuera significativamente superior.

La competición. El nacional empezó el viernes por la mañana con un río Piloña muy escaso de caudal, pero con unas buenas condiciones de transparencia y visibilidad. Este aspecto, según el vencedor, pudo jugar a su favor: "Estoy acostumbrado a pescar en ríos con un caudal muy bajo, me desenvuelvo bien en estos escenarios y este hecho me pudo favorecer". Aunque las previsiones de lluvia hacían pensar que la cosa se podía complicar, la climatología fue favorable durante toda la mañana. En algunos tramos la actividad de las truchas en superficie era buena, con lo que las capturas se repartían entre la ninfa y la mosca seca. Fueron estas primeras mangas en las que se consiguió un mayor número de capturas.

Pero, sin duda, lo que marcó el devenir de la competición fueron las intensas lluvias del viernes por la tarde que, finalmente, propiciaron que el sábado el río Piloña estuviese completamente embarrado, en un primer instante en los tramos altos y, posteriormente, en todo su recorrido, disminuyendo considerablemente el número de capturas respecto a la jornada anterior. De hecho, algunos participantes consideran que ha sido uno de los nacionales más difíciles de los últimos años debido a las adversas condiciones. Con semejante "chocolatada" todas y cada una de las capturas conseguidas el sábado valieron su peso en oro. La fortuna, siempre necesaria en la competición, tuvo parte de incidencia en el resultado final, y aquellos que pescaron el viernes la zona alta y el sábado la baja, se encontraron con unas condiciones más favorables, aumentando sus opciones de conseguir un mayor número de truchas, aunque como nos dice Fernando Lara "está claro que la suerte influye, pero en mi sector éramos 17 los pescadores que participábamos y todos nos podíamos beneficiar de esas condiciones. También tiene importancia el tramo que te toque, y quién lo haya pescado antes. Hay que adaptarse a lo que venga".

Con el río Piloña en esas condiciones, el sábado la inmensa mayoría de los pescadores utilizaron la modalidad de ninfa, ya que el aspecto del río no invitaba a utilizar la mosca seca. "Saqué alguna trucha a mosca seca, pero la mayoría de las capturas durante la competición las conseguí a ninfa, especialmente el sábado, así lo aconsejaba el río", nos comenta el nuevo campeón de España.